|

Síguenos

Logo de YouTube, lleva al canal de la AECID Logo de Flickr, lleva a la cuenta de la AECID Logo de Facebook, lleva a la cuenta de la AECID Logo de Twitter, lleva a la cuenta de la AECID Logo de Instagram, lleva a la cuenta de la AECID
| | | |
Logo del Ministerio de Exteriores de España, lleva a la página del ministerio de asuntos exteriores, se abre en otra pestaña Logo de AECID, lleva a la página de AECID se abre en otra pestaña Logo de Cooperación Española, lleva al sitio web de Cooperación Española

Título de la noticia La historia de Los Decididos y el derecho a la alimentación en El Salvador

Fecha de publicación de la noticia 04/07/2014 - 00:00

Resumen de la noticia Unos 10.800 salvadoreños se han beneficiado gracias a un programa de producción agrícola para la subsistencia ejecutado con el apoyo de la Cooperación Española y la FAO, y que fue clausurado el pasado jueves en San Salvador


Contenido de la noticia

​Los Decididos son nueve familias del caserío La Culebra, cantón San Bartolo, en el municipio de Guatajiagua, departamento de Morazán, al oriente de El Salvador; mujeres y hombres que decidieron cambiar a la par que se desarrollaba el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA), un instrumento de cooperación que han ejecutado el Ministerio de Agricultura de El Salvador con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y la Cooperación Española, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

“Cuando el PESA llegó a mi casa, no creíamos que en nuestra zona se podía dar el tomate, el chile, el pepino y la papaya. Nosotros nos dedicábamos a sembrar arroz, maicillo, maíz; ése era el trabajo que nosotros hacíamos. Y de ahí comienza la historia de Los Decididos, porque nos decidimos a dejar el maíz, el arroz y el maicillo, y nos dedicamos a la producción de hortalizas y frutales”, cuenta Mario de Jesús Fernández, de 33 años de edad, tres hijos de 15, 9 y 7 años, y ahora agricultor, ganadero, vendedor, alguien que atesora tanto o más conocimiento, adquirido empíricamente, que cualquier ingeniero agrónomo, tal y como destacó el ministro de Agricultura de El Salvador, Orestes Ortez, durante el acto de clausura del PESA en San Salvador.

“Comenzamos con 70 palos de chile, ahora tenemos 1.500 palillos recién trasplantados y tenemos proyectado sembrar 1.500 palos de papaya. No le podría decir cien por cien orgánica, porque nuestros suelos todavía necesitan descontaminarse, pero con mi familia mi proyección a diez años es ser un agricultor orgánico cien por cien y poder ofrecer producto al mercado”, dice Mario.

María Elba Villalobos de Fernández, su mamá —55 años, tres hijos, trece nietos y dos biznietos—, cuenta que han podido acceder a un crédito y comprar un vehículo que les permite llevar el producto a los mercados de San Miguel, Santa Rosa y San Francisco Gotera.

La familia de Mario y María Elba es una de las 2.400 que han participado en este programa —que comenzó en 2006 y que se clausuró el pasado 3 de julio en San Salvador— y que ha permitido la reducción en un 3.2 por ciento de la desnutrición infantil en los territorios donde se ejecutó el programa (Guatajiagua, Yamabal, Sensembra, Estanzuelas y Nueva Granada), antes de la intervención el 18 por ciento de los niños menores de 5 años padecían de desnutrición crónica.

Los impactos del PESA han trascendido los territorios de la intervención porque las estrategias y los enfoques metodológicos fueron retomados por el Ministerio de Agricultura para el Plan de Agricultura Familiar (PAF), que brinda atención a más de 76.000 familias, según mencionó el representante de la FAO en El Salvador, Alan González.

“El trabajo de estos años ha permitido revalorizar el sector agropecuario, e incluso en varios casos, superar la agricultura de subsistencia y transitar al proceso de encadenamiento productivo sentando las bases para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias”, recalcó González.

El coordinador de la Cooperación Española en El Salvador, Ignacio Nicolau, valoró “la asociación que se ha tenido con la FAO, una asociación para el desarrollo que siempre ha estado perfectamente alineada con las prioridades del Gobierno, y que ha propiciado de manera muy directa la formulación de una política pública y el fortalecimiento de la herramienta para darle seguimiento en terreno, que es el CENTA –Centro de Tecnología Agropecuaria”.

El ministro de Agricultura dijo que “uno de los legados de este programa es que le da valor a la gente” y se comprometió a seguir apoyando la estrategia de seguridad alimentaria, profundizando en fortalecer las capacidades de desarrollo agrícola del país y propiciando un marco normativo que garantice la seguridad y soberanía alimentaria. En la actualidad, está en discusión en la Asamblea Legislativa la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y la ratificación del artículo 69 de la Constitución, que haya real el derecho a la alimentación.

 

La Cooperación Española y el derecho humano a la alimentación

Hay muchos elementos que han contribuido a los logros en materia de seguridad alimentaria, entre ellos, no se puede olvidar la solidaridad de la ciudadanía española que a través de sus impuestos ha financiado este programa de Cooperación Española y otros similares que permiten hacer efectivo el derecho humano a la alimentación de las personas en El Salvador y tres países más de Centroamérica (Nicaragua, Guatemala y Honduras) donde también se desarrolló el PESA.

Además de esta iniciativa, en El Salvador está en marcha el proyecto Semillas para el Desarrollo, con una financiación de 1.1 millones de dólares, donde se ha logrado capacitar y formar cuatro empresas comercializadoras de semilla de granos básicos, cuatro redes de productores de semilla, incrementar en un 63.8% la producción, no teniendo que importar frijol para consumo y, por el contrario, exportar a otros países.

En 2012 se clausuró el Proyecto de Ahuachapán, que había iniciado en 2007, con 3.7 millones de dólares, y que contribuyó a la recuperación de los activos productivos de 2.100 familias para reducir la vulnerabilidad y mejorar la seguridad alimentaria nutricional, sensibilizando a la población sobre las causas que originan su situación de vulnerabilidad y la forma de enfrentarlas.

El Fondo español para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a través de Naciones Unidas se ejecutó en El Salvador hasta 2013, con un “Programa Conjunto Protegiendo a la infancia: seguridad alimentaria y nutricional para El Salvador”. En el municipio de Cacaopera, en Morazán, se consiguió reducir al 3% los casos de desnutrición.