La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del programa P>D, Patrimonio para el Desarrollo, ha llevado a cabo durante más de 20 años, la restauración arquitectónica de monumentos y sitios de la Ciudad Ceremonial de Tikal. Un esfuerzo conjunto con el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, con el que se acaba de firmar el Acta de Entrega de los materiales, herramientas y equipos de trabajo destinados a la unidad técnica del Parque Nacional Tikal.

Cultura y patrimonio como motor de desarrollo
El Parque Nacional Tikal fue declarado por la UNESCO en 1979, Patrimonio de la Humanidad con carácter Cultural y Natural. En esa zona del país, se concentran 638.296 habitantes en 12 municipios, una población expuesta a los procesos de exclusión social y migración a otros territorios, y que presenta un bajo nivel de desarrollo y pocas oportunidades.

La AECID, a través de la cultura y el patrimonio como motor de desarrollo del país, ha invertido 1.600.000€ en materiales y equipos destinados a la investigación, conservación y restauración de algunos de los principales monumentos y sitios de la Ciudad Ceremonial de Tikal.

Objetivos cumplidos tras más de 20 años
En 1991, el gobierno de Guatemala lanzó un SOS a la comunidad internacional para la restauración y conservación del Templo I de Tikal. La AECID firmó entonces el primer convenio de intervención para la restauración arquitectónica de este importante monumento, ícono de la Cultura Maya Guatemalteca. El proyecto de restauración del Templo I se desarrolló entre 1992 y 1996.

Entre 1998 y el 2002 se desarrollaron los trabajos en el Templo V y finalmente, en ese mismo año, se firmó el convenio de cooperación para la investigación y conservación de la Plaza de los Siete Templos, cuyos trabajos culminaron en 2010.

En la actualidad, Tikal se ha convertido junto a los demás emplazamientos arqueológicos del Petén, en una de las principales fuentes de ingreso y de oportunidades para la región. Así, a los resultados obtenidos fruto de la cooperación en el país, hay que sumar el rescate del patrimonio cultural en términos de desarrollo económico y social para las personas que viven allí, que ahora tienen más y mejores oportunidades de desarrollo gracias a la puesta en valor de su riqueza patrimonial y cultural.