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El Darién es una región selvática situada a caballo entre Colombia y Panamá. Precisamente por su ubicación geográfica es una de las zonas más concurridas del mundo en términos de tránsito de migrantes y a la vez una de las rutas más peligrosas y arriesgadas. En ella se juntan las penalidades de la tupida selva tropical con las amenazas de los grupos criminales.

Pese a ello, el tránsito a través de la ruta del Darién vive un impresionante crecimiento. Según datos de OCHA el número de personas que lo han cruzado en los primeros 5 meses del año (32.000) es del doble de las que lo hicieron en ese periodo de 2021 (16.000). Entre ellos, destaca la presencia mayoritaria de migrantes haitianos que huyen de la violencia e inestabilidad de su país, así como el incremento de venezolanos que parten tanto de su país como de otros países de acogida en la región. Otro dato a destacar es el crecimiento del número de personas que, provenientes de otros continentes, deciden atravesar el Darién para tratar de llegar a EE.UU.  

Desde el año 2018, la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) de la AECID monitoriza esta crisis migratoria con gran preocupación por su crecimiento exponencial y por el aumento de la vulnerabilidad y de los riesgos a los que se exponen. Muestra de ello, la nueva Estrategia de contexto para América Latina y Caribe 2022-2023 recoge por primera vez referencias al Darién como área prioritaria de atención.

La Cooperación Española en Panamá plantea su trabajo en la provincia de Darién desde un enfoque de NEXO humanitario-desarrollo, considerando, además de la respuesta humanitaria a las necesidades de las personas migrantes, el desarrollo territorial de la provincia de Darién y el impacto de la crisis migratoria en las comunidades. Todo ello con enfoque de género y Derechos Humanos.

En lo que respecta a 2021, la OAH destinó 500.000 euros a la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR). FICR trabaja de forma coordinada con la Cruz Roja Panameña para atender las necesidades humanitarias de las personas migrantes que ingresan por la Provincia del Darién (Panamá) a través de un proyecto de 12 meses de "Asistencia humanitaria a personas migrantes en la región del Darién, con un enfoque de resiliencia y participación comunitaria".  

Para 2022, la OAH prevé dar continuidad al proyecto destinando 104.969,47 euros al "fortalecimiento de las capacidades de respuesta de la Cruz Roja Panameña en el marco de su programa humanitario de migración" en el Darién (Panamá), junto con otra subvención de 395.000 euros a la misma entidad para el "Fortalecimiento de la respuesta humanitaria para personas migrantes y comunidades locales y de acogida en el Darién y Chiriquí, a través del acceso ampliado y de calidad a servicios y derechos básicos, con enfoque de localización".

La OAH también financia este año, con 400.000€, un proyecto de HIAS que va más allá del Darién, incorporando un enfoque regional en el corredor Colombia-Panamá-Costa Rica. Tal y como indica su nombre, su objetivo es el de proveer "Asistencia y protección transfronteriza a poblaciones en tránsito en el Tapón del Darién (Panamá) y las fronteras de Costa Rica". Concretamente se centra en la mejora de las condiciones de vida, mitigación de riesgos de violencia basada en género (VBG) y monitoreo de protección de personas migrantes y refugiados y de comunidades de acogida vulnerables. En lo que afecta puramente a Panamá, el proyecto está focalizado en las localidades de recepción de personas migrantes y refugiadas (Bajo Chiquito, Canaan Membrillo) y en las Estaciones de Recepción Migratorias de San Vicente y Lajas Blancas del Gobierno de Panamá, en la parte oriental de la Provincia del Darién y en la Estación de Recepción Migratoria de Los Planes de Gualaca de la Provincia de Chiriquí.