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“Me levanto a las cinco y media de la mañana. Tengo una niña pequeña de tres años. Le dejo hervida las pachas —me la cuida mi suegra, que mi esposo también trabaja—. Vengo a las seis de la mañana para acá. Tengo otro niño que entra a la escuela a la una, el resto de la mañana va a un CDI (Centro de Desarrollo Infantil). Me voy a las doce a prepararle el almuerzo y mientras él está en la escuela veo a la otra niña, la dejo dormida y regreso a la una y media de nuevo aquí”.

“Aquí” es el nuevo mercado de Suchitoto, en El Salvador, donde 75 vendedoras, entre ellas Ana Yamileth Santos Ramírez, de 34 años, trabajan a partir de hoy en mejores condiciones después de concluida la primera fase de remodelación del viejo mercado que ha sido ejecutado por la Alcaldía Municipal de Suchitoto, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La Alcaldía de Suchitoto, con el apoyo de AECID, está generando espacios públicos dinámicos que contribuyan a la convivencia y al desarrollo económico local del municipio.
Esta primera fase albergará a estas vendedoras que, en su mayoría, ofrecen carnes, pollos, mariscos, frutas, verduras y cereales. Con las siguientes fases de remodelación se espera alcanzar hasta 130 arrendatarias, entre ellas Pedrina Alas, integrante de la directiva del mercado. “Desde que tenía 8 años estoy aquí en el mercado y tengo 50”, cuenta.

El mercado municipal de Suchitoto necesitaba la reparación de techos, pisos, drenajes de aguas negras, carecía de orden, por lo que la municipalidad inició gestiones para proveer de mejores condiciones tanto para las vendedoras como para los consumidores de productos.

La parte de construcción y de infraestructura física se ha complementado con el fortalecimiento a las capacidades de las vendedoras en: atención al cliente, manipulación de alimentos, administración, derechos de las mujeres, autoestima, gestión de microempresas, modelos asociativos, separación de desechos sólidos…

“No había reglamento, ni ninguna ordenanza de mercado, a puro diálogo y a puro trabajo de convencimiento una a una. Con sus cualidades y sus dificultades, cada una ha aportado lo que ha podido al proceso”, cuenta Roxana Flores, promotora social de proyectos de la Unidad Técnica de la Alcaldía de Suchitoto.

Gracias al trabajo social, se ha firmado un contrato de arrendamiento que incrementa alrededor de 25 centavos los costos diarios de las vendedoras: “Teníamos dieciséis años de que la Alcaldía no subía sus tasas y para mantener esta infraestructura en condiciones era necesario”, relata.

Accesos adaptados y servicios sanitarios
La remodelación incluyó una serie de obras destinadas a favorecer la circulación y orientación de personas con discapacidad, entre ellas rampas y texturas de piso con señalética especial. Además se mejoraron las condiciones de los servicios sanitarios, para brindar condiciones de salubridad al interior del recinto. “De AECID nos mandaron una carpeta especial para que esto tuviera accesibilidad universal”, señala Xenia Rodas arquitecta de la Unidad Técnica. La normativa española se tropicalizó. A los rótulos de entrada y salida se ha integrado el sistema braille: “Fue una cuestión especialísima, una cerecita en el pastel, un proyecto completamente nuevo lo teníamos que hacer a toda”, puntualiza Rodas.

El embajador de España fue el primer comprador del mercado: tomates, cebollas, dulce de atado y puros, que compartió con el resto de integrantes de la mesa de honor.

La inauguración de esta etapa del mercado estuvo a cargo del embajador de España en El Salvador, Francisco Rabena; la alcaldesa municipal de Suchitoto, Pedrina Rivera; y la diputada por el departamento de Cuscatlán, Jackeline Rivera; entre otras autoridades.  Rabena, en su intervención, destacó el empoderamiento de las mujeres de Suchitoto y dijo que las mujeres son “la columna vertebral de El Salvador”. La alcaldesa explicó que una buena parte del presupuesto de la intervención ha sido aportada por la AECID, pero que también hay una inversión municipal procedente de los impuestos que la población paga y que como gobierno local ha sido devuelto en obras a los suchitotenses. Concretamente esta etapa del proyecto ha costado $407,650.72, con una inversión municipal de $119,307.06.

La AECID, a través del Programa Patrimonio para el Desarrollo, lleva comprometida con el municipio de Suchitoto más de 10 años. Conjuntamente, se ha cooperado en el fortalecimiento de la planificación y gestión territorial del municipio, concretado en el Plan Maestro; en la Escuela Taller, que tantos años ha estado formando a la juventud local; en la rehabilitación de la Iglesia de Santa Lucía, patrimonio cultural e insignia de esta ciudad; y en la remodelación de este mercado.