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Claus Sørensen, Director General de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), ha sido el tercer y último invitado a los Diálogos Humanitarios que ha organizado la oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en Madrid junto a la organización DARA.

Sørensen, protagonizó el pasado 14 de noviembre, la sesión dedicada a la Rendición de Cuentas en la acción humanitaria, en la que se abordó la rendición de cuentas hacia los donantes, especialmente gobiernos, y el riesgo de que los beneficiarios queden relegados en ese proceso.

El debate en torno a la eficacia de la ayuda humanitaria se ha incrementado con los recientes ajustes en los presupuestos de los gobiernos donantes tradicionales, que a su vez exigen de las organizaciones humanitarias, los resultados logrados en el terreno.

Como consecuencia, muchas organizaciones, especialmente las ONGD, han comenzado a emplear más tiempo y recursos en los requerimientos administrativos y financieros de los donantes, lo cual puede incidir de forma negativa en las acciones de los programas y operaciones humanitarias.

Esta exigencia de una mayor rendición de cuentas ¿contribuye a mejorar la eficacia de la acción humanitaria?  Mientras la rendición de cuentas a donantes ha venido recibiendo una mayor atención ¿qué ocurre con la rendición de cuentas hacia las poblaciones afectadas por las crisis humanitarias?

Algunos de los asuntos acerca de los retos en materia de la eficacia de la ayuda humanitaria, expresados durante el debate, versaron sobre el coste real de las operaciones, la politización de la ayuda, la prefinanciación de las acciones o la necesidad de encontrar el equilibrio entre el esfuerzo administrativo requerido en la rendición de cuentas, y el dedicado a la acción humanitaria en sí.

En cuanto al coste real de las operaciones humanitarias, durante el debate se habló de cómo las organizaciones se muestran reacias a presentar a los donantes el coste real de las operaciones por temor a que dichos fondos sean  distribuidos en contextos humanitarios menos costosos. Esta mala práctica obstaculiza la rendición de cuentas y la eficacia, ya que la concreción de los costes reales de la operación es clave para que ambos conceptos tengan lugar.

Otro de los retos a superar, expresados por los asistentes al encuentro -expertos y responsables de las organizaciones que participan de la Acción Humanitaria española-, es el de la progresiva politización de la ayuda.

Para los presentes, el uso del humanitarismo como herramienta para obtener beneficios políticos en zonas en conflicto como, por ejemplo, el desmantelamiento de un régimen, viola los principios humanitarios. El objetivo último del humanitarismo ha de ser la obtención de resultados puramente humanitarios, que también garanticen la presencia y el acceso a las poblaciones afectadas.

La llamada "carrera para conseguir fondos" fue también un asunto debatido en los Diálogos Humanitarios que tuvieron lugar el pasado 14 noviembre en la AECID. En este sentido, se mencionó que algunas organizaciones tratan de adelantar a sus competidoras presentado evaluaciones de necesidades antes de tiempo, ejerciendo presión en los donantes para pre financiar sus actividades. Esto tiene efectos perversos en la ayuda humanitaria y refleja un asunto más amplio: la disfuncionalidad del sistema humanitario.

La supervivencia de las organizaciones depende directamente de su capacidad de recaudar fondos y, por tanto, de competir por ellos. Esta realidad es contraproducente, no contribuye a la colaboración, la transparencia, al acuerdo sobre las evaluaciones de necesidades y, en suma, a la eficacia de la ayuda. Precisamente, la presentación precipitada de informes de necesidades implica habitualmente una tendencia a la exageración y al error, o a ambos. La precisión de estas evaluaciones es fundamental para llevar a cabo acciones eficientes en cuanto a coste y resultado.

Muchas organizaciones humanitarias se encuentran con que emplean demasiado tiempo en responder a los requerimientos de justificación de los donantes. Un tiempo que debería ser empleado en la distribución de la ayuda.

El encuentro finalizó con la conclusión de que el sistema humanitario internacional necesita encontrar un equilibrio óptimo entre los requerimientos administrativos y la flexibilidad y capacidad operacional, con espacio suficiente para afrontar riesgos razonables. En este punto, los asistentes debatieron acerca de la posibilidad de disponer de procedimientos de información y justificación estandarizados entre los donantes como una posible salida a este problema.

Los Diálogos Humanitarios son una iniciativa de la agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) organizada por DARA. En este foro también han participado Valerie Amos, UN Under-Secretary General and Emergency Relief Coordinator y Peter Maurer, President of the International Committee of the Red Cross.