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Título de la noticia Mujeres, agua y mundo rural: la tríada que sostiene América Latina y el Caribe

Fecha de publicación de la noticia 07/03/2023 - 00:00

Resumen de la noticia En el Día Internacional de las Mujeres destacamos a mujeres que día a día trabajan por mejorar la calidad de vida de sus comunidades, ayudando o trabajando directamente en proyectos de agua y saneamiento.


Contenido de la noticia

El agua tiene género y es femenino, particularmente en el mundo rural. Las mujeres de estas comunidades son las principales responsables de la implementación, cuidado y mantenimiento  de los servicios de agua y saneamiento, ya que casi un 47% de la población rural de América Latina y el Caribe carece de agua para consumo gestionada de forma segura, y no existen datos suficientes para poder estimar la cobertura rural del saneamiento seguro, según WashData.org.

El agua y el saneamiento universal son la base para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluye el ODS 5 sobre la igualdad de género. Por esta razón, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han consolidado una alianza en el seno del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), para alcanzar estas metas.

Conscientes del rol de la mujer en el agua y el saneamiento, muchos de estos proyectos incluyen componentes de género que nos han permitido conocer y trabajar con mujeres del mundo rural. Visibilizarlas es imperativo para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe. Por eso, en este 8 de marzo lanzamos junto al BID "Mujeres aguas arriba", una serie de perfiles de mujeres rurales de la región de América Latina y el Caribe que compartiremos a lo largo de los próximos meses. 

Compartimos un avance sobre sus historias:

 

Sara López (Paraguay): Fortaleciendo el modelo comunitario de agua y saneamiento

Sara nació en Asunción, la capital de Paraguay, pero recuerda que el agua en su casa se obtenía de un pozo excavado con polea y balde. Sara encontró en la ingeniería un espacio para construir y hacer trabajo social, a través de los proyectos de agua y saneamiento.

Fue la primera mujer ingeniera en su organización y, aunque creció en una ciudad, se dedica a trabajar en el entorno rural. Sara lucha por fortalecer el modelo comunitario de las juntas de agua, que les ha permitido que Paraguay sea el país con el acceso al agua más equitativo del mundo. Y, además, utiliza estos proyectos para empoderar a las mujeres de la zona, para que asuman roles activos en las juntas de agua y accedan a programas de capacitación. (Seguir leyendo sobre Sara López, aquí).

 

Sonia Henríquez (Panamá): Conectando el desarrollo con la cosmovisión indígena

Sonia pertenece a la Comarca Guna Yala. Creció yendo a buscar agua en balsa con vasijas artesanales. Estudió enfermería para ayudar a sanar a su comunidad, como su abuelo y su padre. Pero hoy sana de otra manera, conectando el mundo indígena con el occidental.

Como presidenta de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de Panamá (CONAMUIP), Sonia ha sido facilitadora para la ejecución de proyectos de agua y saneamiento en su comarca y en otras. Utilizando las historias de la cosmovisión indígena para relacionarla al manejo adecuado del agua y saneamiento. (Seguir leyendo sobre Sonia Henríquez, aquí)

 

Graciela Castillo (Honduras): Educando a las comunidades rurales 

Graciela es dueña de casa, madre y fue parte de la Junta de Agua de Lejamaní. En este rol descubrió la importancia de las juntas de agua y el empoderamiento que supone para las mujeres. Aunque siempre ha tenido acceso a agua, este era racionado, una situación que finalmente cambió con el apoyo de los programas de cooperación.

Graciela enfrenta también otros desafíos, como la falta de empleo. Sueña con trabajar, pero prefiere que sus hijos tomen las oportunidades que surgen para que no tengan que migrar. Mientras, trabaja de forma voluntaria informando y educando a su comunidad sobre la importancia del agua y saneamiento, sus sistemas, el cuidado de las fuentes de agua, y cómo hacer un uso responsable. Así, lucha para que mejoren las condiciones de vida de Lejamaní con agua y saneamiento seguros. (Seguir leyendo sobre Graciela Castillo, aquí)

 

Adriana Acuña (Costa Rica): Rompiendo el techo de cristal en las juntas de agua

Adriana siempre ha vivido en zonas rurales de Costa Rica. Creció viendo cómo su madre sacaba agua del pozo para cocinar y la llevaba a las quebradas para bañarse. En Sierpe de Osa, su actual comunidad, enfrentó problemas con la calidad del agua de su fuente. Por eso, cuando le ofrecieron ser fiscal de la ASADA (junta de agua) dijo que sí, aunque eso implicara balancear las tareas con sus obligaciones como empresaria hotelera, madre y abuela.

En menos de un año, el trabajo de Adriana expuso los problemas que existían en la administración. Pese a la discriminación de género que había, su trabajo le permitió ascender hasta la presidencia. Hoy, Adriana sigue luchando por abrir más espacios a las mujeres en la administración del agua y el saneamiento y eliminar los sesgos de los que alguna vez fue víctima. (Seguir leyendo sobre Adriana Acuña, aquí)

 

Yoli García (Ecuador): Cocinando una receta para el empoderamiento femenino

Yoli nació en el Cantón de Portoviejo, migró por amor y regresó a su pueblo hace solo seis años. En su infancia debía ir a buscar agua sobre un burro. Pero al regresar a su comunidad, se encontró con que se estaba trabajando en la puesta en marcha de un nuevo sistema de agua gracias a un proyecto. Este promovía especialmente la participación de las mujeres, así que comenzó a involucrarse en todo el proceso.

Fue criticada por no quedarse en casa con sus hijas, pero siguió trabajando en la junta hasta convertirse en presidenta de su parroquial. Además, ayudó a formar la Agrupación Hermanas de Tierra, que buscan visibilizar los sesgos y la violencia de género en el mundo rural, y crear programas para potenciar el empoderamiento femenino, junto al cuidado del agua y saneamiento. Hoy, su agrupación cuenta con financiamiento para desarrollar restaurantes comunitarios y ella cumple su sueño de estudiar gastronomía y convertirse en chef, mientras sigue ayudando a otras mujeres.

 

Las mujeres se enfrentan, en definitiva, a múltiples brechas: en acceso a la financiación, educación, salud, seguridad social, y sufren por condiciones laborales más precarias. Algunos estudios indican que, si las mujeres recibieran los mismos recursos que los hombres, el desarrollo podría aumentar entre un 2,5 y un 4% promedio por país, y por eso hoy las queremos visibilizar. En las próximas semanas iremos publicando todos sus perfiles.

 

Este proyecto ha sido elaborado por el Equipo de Mujeres aguas arriba:

 

Coordinación: Anamaría Núñez, María Augusta Olmedo y Leticia Ortega.
Especialistas de género BID: Naiara Martínez. 
Contenido: Andrea Ortega Carreño y Paul Constance
Ilustración: Verónica Alvarado y Carolina Curbelo
Producción audiovisual: Adriana Loeff