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mujer sostiene cántaro

Pie de foto: mujer sostiene cántaro

Título de la noticia Habitantes de Santa Bárbara, Cuilco, ya cuentan con agua potable

Fecha de publicación de la noticia 11/04/2018 - 00:00

Categorías de la noticia Agua y saneamiento | Guatemala

Resumen de la noticia Tras 15 años de lucha por el derecho humano a agua potable y saneamiento básico, la comunidad de Santa Bárbara Chiquito, en Guatemala por fin logró acceder a este servicio, gracias a la financiación del proyecto por parte del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) de la Cooperación Española en Guatemala.


Contenido de la noticia

Hace una semana los líderes y lideresas del caserío Santa Bárbara Chiquito, de la Aldea Agua Dulce, recibieron de manera oficial las obras, mediante una reunión que contó con todas las partes involucradas, entre los representantes del equipo técnico, la empresa contratista de ingeniería, la municipalidad de Cuilco y la Cooperación Española en Guatemala.

El proyecto cuenta con tres sistemas de captación, cerca de 3 kilómetros en línea de distribución, un tanque de almacenamiento y 81 conexiones domiciliarias para más de 400 personas, por un monto de 219.289 dólares.

 El FCAS en Guatemala es implementado principalmente a través de mancomunidades, con un presupuesto de 60,76 millones de dólares, de los cuales 48,61 millones de dólares corresponden a la donación española y 12,15 millones de dólares a la contrapartida nacional. Según Miguel González Gullón, coordinador de la Cooperación Española en el país, a través de este fondo, se ha hecho posible que miles de personas de zonas muy vulnerables de Guatemala cuenten con mejores condiciones de vida y que el país dé pasos importantes para avanzar en la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ligado a la vida misma, en el cual aún existen demasiados retos por alcanzar.

 

ADIMAN es una de las organizaciones ejecutoras del programa en el país. Esta es una asociación de 15 municipios del altiplano de San Marcos, que promueve el desarrollo en el territorio y coordina la ejecución del Programa desde 2011. Según Edilberto Fuentes, director del equipo técnico de ADIMAN-FCAS, las zonas priorizadas fueron las más vulnerables de la región, con dificultades de acceso por el estado de las vías, conflictos sociales por la presencia de cultivos de uso ilícito y con bajos niveles o inexistente cobertura de acueducto y saneamiento básico: "Es un territorio complejo de manejar, con unos niveles de pobreza cercanos al 50%, alto analfabetismo, violencia social y con muy poca presencia institucional".

"Hasta la fecha hemos terminado las primeras 14 obras, son 12 de agua y 2 de saneamiento. Hablamos de al menos 3800 personas, cerca de 600 familias como beneficiarias directas. Ahora estamos evaluando ofertas porque seguiremos implementando obras en las comunidades hasta 2019", manifestó Fuentes.

 

Un derecho humano

Mujeres como Vilsa Gómez, quien toda su vida han tenido que recorrer largas distancias llevando a cuestas grandes cántaros de agua desde los pozos hasta su hogar, hoy tiene el servicio en el patio de su casa, con la calidad óptima para el consumo y un sistema de manejo de aguas servidas para no afectar el medio ambiente.

"Para nosotras en la casa y para las mujeres del caserío esto nos ha mejorado la vida, antes teníamos mucho más trabajo y esfuerzo varias veces al día. Somos 6 en mi casa, dos de ellas niñas, y nos enfermábamos mucho porque las aguas no eran limpias y desde que llegó (el agua potable), ya no tenemos tantos problemas ni dolores de estómago ni manchas en la piel", contó Gómez mientras nos mostraba las obras realizadas en su hogar.

Para Rodolfo Aníbal Díaz Camposeco, profesor de la escuela, el no contar con este servicio dificultaba mucho la alimentación de calidad para los niños y niñas y la realización de actividades sobre hábitos de salud e higiene en la rutina diaria. Indicó que a partir de la puesta en marcha del proyecto "es mucho más fácil y las mujeres ya no tienen que llegar con cántaros en sus cabezas todos los días para preparar los desayunos escolares".

"Tenemos un total de 41 estudiantes, 27 niños y 17 niñas, apoyados en el comité comunitario de salud conformado por padres y madres de familia con quienes promovemos la limpieza del caserío, manejo de basuras y acciones preventivas de salud. Con agua potable y servicio de letrinas en la escuela esto será mucho más efectivo", enfatizó el profesor.

​Uno de los desafíos planteados por el Edilberto Fuentes, del equipo de ADIMAN-FCAS, es la sostenibilidad y la incorporación del enfoque social y derechos en todos sus proyectos. "Tenemos el reto de que esas obras sigan funcionando con un buen servicio y de promover procesos sociales que permitan garantizar una mejor participación de las mujeres y organización comunitaria. Ya tenemos algunas experiencias sistematizadas de las cuales podemos aprender", concluyó Fuentes.

 

Constanza Kahn Ortega

Comunicaciones AECID en Guatemala