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Con motivo del día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la AECID y la Comisión de Igualdad y Género de la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior (RAICEX) reunieron ayer a un panel de científicas españolas que trabajan en cinco países distintos (México, Japón, Suecia, Países Bajos y Emiratos Árabes Unidos) y que debatieron sobre cómo estos países se han acercado a la aplicación de políticas de igualdad de género en ciencia. 

La existencia de una brecha de género en el ámbito científico es un fenómeno innegable que afecta al éxito laboral de las mujeres tanto en academia como en la industria. Los datos y estudios realizados tanto por investigadores especializados como por organismos internacionales señalan claramente las causas; pero no cómo hacerles frente. 

El evento fue abierto por Leticia Pico de Coaña, Jefa del Departamento de Coordinación de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID, quien presentó la intervención grabada de Zulema Altamirano, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia de España. En ella se desgranaron las conclusiones del informe sobre Mujer y Ciencia, que apuntan a la falta de conciliación y de referentes como causantes de la pérdida de mujeres científicas a lo largo de la carrera académica.

Las ponentes de este evento, Sara Barrasa (México), Fayna García-Martín (Japón), Noelia Lozano (Países Bajos), Tania Ramos-Moreno (Suecia) y Lourdes Vega (Emiratos Árabes Unidos), y la moderadora Eva Ortega-Paíno, secretaria general de RAICEX, debatieron sobre los datos actuales de la brecha de género en ciencia, que alcanza el 29,3% en el mundo según la UNESCO. Este porcentaje, que está cercano al 50% durante la etapa de doctorado, desciende según se avanza en la escala laboral, dibujando una gráfica en forma de tijera que señala claramente la existencia de un techo de cristal.

Independientemente de la geografía, las ponentes observan una vez más la importancia de los estereotipos de género en la construcción de la vocación científica. Los mensajes recibidos en la infancia se trasladan a la vida laboral y social adulta e influencian la percepción de las propias capacidades. Estos sesgos culturales existen incluso en países de tradición igualitaria. Países como Japón y Suecia han abordado políticas ambiciosas para luchar contra la desigualdad, cuyos efectos esperan verse en los años venideros. Existe también una diferencia en la percepción de hombres y mujeres sobre esta problemática, indicando la necesidad de incluir a los hombres en la discusión para poder hallar soluciones permanentes. Por último, se discutió la posible intersección entre género y migración, una doble discriminación que afecta a una profesión de alta movilidad como la científica.

Vídeo completo: Mesa redonda - Políticas de igualdad de género en ciencia: una perspectiva internacional