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Vendedor agua Cuba

Pie de foto: Vendedor agua Cuba

Título de la noticia La ruta del agua en el Camino de Chan Chan

Fecha de publicación de la noticia 22/10/2020 - 00:00

Resumen de la noticia Recorremos el Oriente cubano para conocer los programas que impulsa el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento que beneficiarán a más de 100.000 personas


Contenido de la noticia

En el Oriente de Cuba, viendo pasar por los cristales del coche las enormes palmeras y las hojas de caña y bajo el embrujo de la música campesina que sale intermitentemente de la radio, es fácil transportarse, inmediatamente, a uno de los pasajes sonoros de tu vida. “De Alto Cedro voy para Marcané, llego a Cueto voy para Mayarí”. Una canción que acompaña el Camino de Chan Chan, y también una de las rutas del agua que promueve España en la isla.

En el barrio de la Curva, cerca de Cueto, que menciona la canción popular cubana, se encuentra la casa de madera de Ana Gertrudis González, de sesenta años. Ana Gertrudis está sola y nos abre su casa con una sonrisa, como lo hacen la mayoría de sus vecinos. Da gusto sentarse en ese salón, primorosamente decorado con cortinas de flores verdes y violetas, y donde reina una pulcritud serena que a veces interrumpe su nieto Oscar David de nueve años. Ella, como todos en la comunidad de la Curva vive o vivieron de la caña de azúcar.

“Antes era fétida. Ha mejorado mucho el agua”, explica con la experiencia que le dan sus 35 años de convivencia en este barrio. También explica cómo a veces pasaban entre ocho y quince días este líquido esencial. “Íbamos a por agua al pozo cuando había, o comprábamos en tanques y camiones si es que pasaban por aquí”, indica. “Recuerdo una sequía muy fuerte donde no había agua ni para limpiarse un ojo, al final nos pusieron un tractor-cisterna”.​

Ahora cuentan con agua limpia en el fregadero de la cocina, en el lavadero y en la ducha y todas las tareas las realiza rápido y más temprano, porque solo hace falta abrir el grifo. Para ella ahora la vida es más sencilla: se levanta a las cinco de la mañana para preparar el desayuno con su marido, que lleva a los animales al campo. Cocina y ordena la casa y luego come. Por las tardes se sienta con su esposo en las hamacas de su impecable porche a ver pasar la vida y dejar atrás esas épocas de la infancia y a seguir trabajando por un futuro mejor: “Vamos a luchar porque arreglen el camino de tierra para que no se llene mi casa de polvo”.

Ana Gertrudis es una de las casi 100.000 personas beneficiadas hasta la fecha por los programas de agua que el Fondo del Agua de España financia en siete ciudades de Cuba. En estos momentos, ya están en funcionamiento los sistemas de agua de La Palma en Occidente y Báguanos en Oriente, alistando las últimas mejoras. En La Palma se han instalado más de 18 km de tuberías de agua potable y 1.500 conexiones domiciliarias, mientras que en Báguanos el proyecto posibilitó la construcción de una nueva planta potabilizadora con su estación de bombeo y tanque de almacenamiento de agua de 1.800 m3, además de una red de tuberías de 23 mm y más de 7.800 conexiones domiciliarias.



Linet con su hija en su casa de Guisa bajo un tanque de agua 

​Todavía quedan por terminar los sistemas de agua en Cueto, Guantánamo y Guisa (en esta última ya están instaladas la totalidad de las tuberías y conexiones domiciliarias, pero falta por acabar la planta de tratamiento). En Jatibonico, la red de agua potable ya está colocada, la planta está casi acabada y, en la ciudad, vecinos y vecinas esperan el nuevo sistema con esperanza y con urgencia.

Disminución de enfermedades diarreicas

Sin duda, es innegable el impacto que el agua potable tiene en la mejora de la salud y la esperanza de vida. La doctora María del Carmen Hernández Alfaro, responsable de epidemiología del hospital de La Palma, destaca un descenso de un 25% en los casos de enfermedades diarreicas y un 15% en enfermedades de tipo parasitarias desde la puesta en marcha del sistema. De igual manera, el departamento de Epidemiología del Policlínico Rolando Ricardo Estrada, en Báguanos, constata que desde la ampliación del sistema de agua en el año 2017, los casos de enfermedades diarreicas disminuyeron considerablemente, pasando de los 266 a 65 casos anuales.

“Aquí se bebe en pozos o puntos de agua establecidos. A veces están alejados o inaccesibles, por lo que es mejor el agua de la red. Yo la consumo porque es más fácil y económica, y no hay que ir a un pozo o esperar a que un transporte te traiga el agua a casa”, relata Ernesto Sánchez, uno de los médicos que realiza semanalmente las pruebas de calidad del agua del sistema. Será necesario seguir realizando campañas de sensibilización para cambiar los antiguos hábitos, ahora que ya hay agua potable en casa.

Rafael Ramírez, el jefe de los proyectos cofinanciados por la AECID en la Provincia de Holguín, conoce bien la lucha por el agua en la región. “Antes de que llegase el proyecto a la localidad de Báguanos, el 70% de su población recibía agua a través de un sistema arcaico y lleno de fugas, mientras que el otro 30% procedía de los camiones cisterna. Hoy todos tienen acceso a agua de calidad suministrada por el acueducto”.​

Arturo Blasco Torres, jefe de planta, explica orgulloso los diferentes sistemas de tratamiento de la planta de Báguanos-Tacajó: “Es lo mejor que le ha pasado a la región y posiblemente esta sea una de las plantas más automatizadas del país”. En 2015 se puso en funcionamiento el primer módulo, y en 2018 el segundo, que actualmente abastece no solo a las poblaciones de Báguanos y Tacajó, sino también a hospitales y colegios.

Quedan por solucionar los problemas con la turbiedad del agua en época de lluvia, y para ello se ha solicitado un cambio en la instalación de la toma de agua de la presa, que actualmente recoge agua del fondo. Además, hay un paso importante para la sostenibilidad en el planteamiento: la presencia de metrocontadores en cada una de las viviendas busca la concienciación de la población sobre el uso racional del recurso.

En la Sierra Maestra

Guisa es una tranquila y pequeña ciudad del interior del país, uno de los trece municipios que comprende la provincia de Granma, coronada por la imponente Sierra Maestra. Hasta que llegó el proyecto, el 80% del agua que se vendía era de carretones y cisternas que pasaban una vez a la semana si era un buen mes, y la falta de agua influía en la calidad de vida especialmente de las mujeres.

El proyecto de agua que impulsa la Cooperación Española con el pueblo cubano ha implementado ya 83 km de tuberías y 8.700 conexiones domiciliarias que benefician a más de 20.000 habitantes. Además, la operación ha incluido un depósito de 1.800 m3. La planta de tratamiento, que tendrá una capacidad de 110 l/sg, está en plena construcción, pero actualmente se ha conectado el sistema a una fuente de agua provisional. La futura planta contará con dos líneas compuestas de floculadores, sedimentadores, filtros de arena, así como una casa de cloración, nave de dosificación de coagulantes, cisterna de 900 m3, estación de bombeo con cuatro bombas, grupo electrógeno, laboratorio, almacén y demás dotaciones para dar abastecimiento a la población presente y futura.


 

Operador de la planta de tratamiento de aguas de Báguanos-Tacajó 

​Una de las vecinas que ya se está beneficiando de esta conexión es Yeisys Levia de 34 años, profesora y madre de dos hijos. Gastaba demasiado al mes para comprar el agua de proveedores informales, y ahora, según su factura, paga menos de la mitad. Lo que ahorra, comenta, puede dedicarlo a mejorar la alimentación de sus hijos. También reconoce el alivio que supone no tener que estar todo el día velando y tratando de conseguir agua; puede dormir tranquila.

Además de la construcción y rehabilitación de plantas potabilizadoras, el programa también centró esfuerzos en la rehabilitación del Centro de Superación Profesional de El Dátil, ubicado en la Provincia de Granma, y en donde un gran número de profesionales del sector acuden a actualizar o reforzar sus conocimientos periódicamente. Se trata de un centro que realiza la formación de numerosos gestores públicos, y cuenta con decenas de formaciones en agua, desde máster a cursos en gestión o funcionamiento técnico de los sistemas de agua y saneamiento. El espacio fue provisto con nuevos equipamientos informáticos, rehabilitación de varias aulas, construcción de una nueva sala de conferencias, así como de edificios para la estancia de profesores y alumnos. Gracias a todas estas acciones, la capacidad del centro para impartir cursos y alojar personal se vio ampliamente incrementada. La formación y el apoyo a los prestadores de servicio del agua es una prioridad para todos los programas de agua que financia España; solo así se asegura la sostenibilidad de las intervenciones.


La agujereada Jatibonico

Genry Muro Ulloa, de 27 años, es jefe de proyecto en Jatibonico, otra pequeña localidad a 4 horas de Báguanos, en la carretera que regresa a La Habana desde el Oriente. La ciudad tiene más de 25.000 habitantes y 4.800 pozos de agua. Si fuese un queso, sería un queso Gruyere. Hoy en día el agua que se le brinda a la población llega a través de una red arcaica que muchas veces se encuentra enfangada. La alternativa son los pozos artesanales excavados a poca profundidad en los jardines o patios de las viviendas, que muchas veces pueden contaminarse fácilmente con los desechos procedentes de las fosas sépticas de las letrinas y baños cercanos. Son una fuente de peligros que a veces es invisible a simple vista.

Las nuevas redes de agua ya están colocadas bajo el asfalto, y está a punto de concluir la remodelación de una planta de tratamiento que se usaba para la industria papelera. “Ya está realizado el trabajo electromecánico y la obra civil está completada al 95%. Se han tenido que adaptar los sistemas de la planta a los nuevos tiempos y contará con una tecnología semiautomática”, explica entusiasmado Genry.

En 2020, la Cooperación Española está iniciando otro nuevo programa que apoyará la mejora en la prestación de los servicios de agua mediante el refuerzo de las infraestructuras de La Palma y de Cueto. La operación prevé también llevar agua potable a la población de Marcané. Se cierra el círculo de la ruta del agua en el Camino de Chan Chan que ha cambiado mucho desde la época que Compay Segundo paseaba por sus carreteras. Gracias al agua, se abren oportunidades de salud, educación, desarrollo, vivienda y una mejor vida para miles de cubanos y cubanas.​​​


 

Programa de agua y saneamiento en pequeñas ciudades cubanas​