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La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, durante su intervención el el acto

Pie de foto: La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, durante su intervención el el acto

Título de la noticia La identidad o el lugar de nacimiento siguen siendo factores de discriminación para el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas en todo el mundo

Fecha de publicación de la noticia 17/04/2024 - 06:39

Categorías de la noticia Salud | Género

Resumen de la noticia

El Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2024 de la Agencia de las Naciones Unidas para la Población, fue presentado hoy en la sede de la AECID en Madrid


Contenido de la noticia

El documento de UNFPA revela que, pese a llevar ya 30 años de avances en cuanto a salud sexual y reproductiva no se ha conseguido incorporar a las comunidades más marginadas debido al racismo, el sexismo y otras formas de discriminación

El Informe sobre el Estado de la Población Mundial de las Naciones Unidas, presentado hoy en Madrid en la sede de la AECID, pone de manifiesto que millones de mujeres y de niñas no se han beneficiado de los logros que en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos se han alcanzado en estos últimos treinta años debido a su identidad o lugar de nacimiento.

En el acto, han participado: la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados; Neus Bernabeu, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas en El Salvador; Raquel Hurtado, subdirectora de la Federación de Planificación Familiar (SEDRA); y Blanca Yáñez, jefa de Cooperación Multilateral y Unión Europea de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Para la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, se trata de “un informe importante, con avances que debemos celebrar. Tenemos cifras alentadoras, pero todavía hay millones de mujeres a las que no les llegan los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, por lo que debemos redoblar esfuerzos para no retroceder en los derechos y avances conseguidos en las últimas décadas”.

El Informe toma como punto de referencia para medir los avances la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) que tuvo lugar en El Cairo hace treinta años; un momento histórico pues 179 gobiernos adquirieron el compromiso de convertir la salud y los derechos sexuales y reproductivos en un eje central del desarrollo sostenible.

Como dice el comunicado sobre el Informe, difundido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) -organismo de las Naciones Unidas que se encarga de la salud sexual y reproductiva-, se trata de “una verdad incómoda que empaña los progresos en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos que se han extendido por todo el mundo en los últimos 30 años”.

Bajo el título Vidas entrelazadas, hilos d e esperanza: eliminar las desigualdades en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos, el documento hace énfasis e n el papel del racismo, el sexismo y otras formas de discriminación como obstáculos que dificultan que la población femenina avance e n este ámbito. Los datos son abrumadores.

Las mujeres y las niñas pobres, aquellas que pertenecen a minorías étnicas, raciales o indígenas o que se ven atrapadas en entornos de conflicto tienen más probabilidades de morir porque no pueden acceder a la atención sanitaria oportuna: 

  • Si una mujer en África sufre complicaciones durante el embarazo y el parto, tiene una probabilidad de morir casi 130 veces mayor que si viviera en Europa o América del Norte.
  • Se calcula que más de la mitad de muertes maternas evitables tiene lugar en países que atraviesan crisis humanitarias y conflictos. La cifra equivale a casi 500 fallecimientos al día.
  • En América, las mujeres afrodescendientes tienen más posibilidades de morir durante el parto que las mujeres blancas. En los Estados Unidos, dicha tasa triplica al promedio nacional.
  • Las mujeres pertenecientes a grupos étnicos indígenas tienen más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto.
  • Las mujeres con discapacidad presentan hasta diez veces más probabilidades de sufrir violencia de género que aquellas sin discapacidad.
  • Las personas de orientación sexual y expresión de género diversas se enfrentan a la violencia rampante y a grandes obstáculos p ara recibir asistencia.

Este año se conmemora el trigésimo aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de El Cairo, un momento histórico en el que 179 gobiernos adquirieron el compromiso de convertir la salud y los derechos sexuales y reproductivos en un eje central del desarrollo sostenible.

No obstante, los logros corren peligro. Millones de mujeres y niñas siguen muy rezagadas y los avances respecto a indicadores fundamentales se han ralentizado o estancado: Todos los días mueren 800 mujeres al dar a luz, una cifra que no ha cambiado desde 2016. El 25% de las mujeres no puede negarse a mantener relaciones sexuales y cerca de 1 de cada 10 no puede tomar sus propias decisiones sobre anticonceptivos. En el 40% de los países que disponen de datos al respecto, la autonomía corporal de la población femenina es cada vez menor.

“En el transcurso de una generación, hemos conseguido frenar la tasa de embarazos no intencionales en casi una q uinta parte, hemos reducido la tasa de muertes maternas en un tercio y hemos logrado que más de 160 países promulguen leyes contra la violencia doméstica”, explica la Dra. Natalia Kanem, directora Ejecutiva del UNFPA.

“A pesar de estas mejoras, las desigualdades en el seno de las sociedades y los sistemas de salud están empeorando y no hemos otorgado la debida prioridad a alcanzar a las personas más rezagadas. Nuestra labor dista mucho de acabar, pero no es i mposible si contamos con inversiones sostenidas y la solidaridad de la comunidad internacional”.

LOS FOCOS DE DESIGUALDAD A NIVEL NACIONAL SE RESISTEN A DESAPARECER

Los datos q ue ofrece el informe apuntan a hechos preocupantes: para demasiadas mujeres y niñas, el acceso a anticonceptivos, servicios de asistencia al parto, atención materna basada en el respeto y otros servicios vitales de salud sexual y reproductiva queda fuera de su alcance. Las mujeres más ricas de Madagascar son cinco veces más propensas que las más pobres a dar a luz con ayuda de profesionales cualificados. En Albania, el 90% de las mujeres romaníes que pertenecían al grupo socioeconómico más marginado tuvo problemas notables para acceder a la atención de la salud, mientras que solo el 5% de las mujeres de etnia albanesa que pertenecían al grupo socioeconómico más privilegiado se topó con las mismas dificultades.

Las mejoras en lo referente al acceso a la atención de la salud han beneficiado sobre todo a las mujeres más ricas y a las que proceden de grupos étnicos que ya disfrutaban de un acceso más amplio a dichos servicios. Las mujeres y niñas con discapacidad, las personas migrantes y refugiadas, las minorías étnicas, el colectivo LGBTQIA+, las personas que viven con el VIH y las castas desfavorecidas corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud sexual y reproductiva y un acceso desigual a la atención sanitaria de esta índole. Su vulnerabilidad se agrava como consecuencia de factores de gran incidencia como el cambio climático, las crisis humanitarias y las migraciones masivas, que a menudo tienen un efecto desproporcionado sobre las mujeres que viven en los márgenes de la sociedad.

SE NECESITAN INVERSIONES, SOLIDARIDAD Y SOLUCIONES ADAPTADAS

El informe recalca la importancia de adaptar los programas a las necesidades de las comunidades (en lugar de seguir enfoques genéricos a gran escala) y de empoderar a las mujeres y las niñas de modo que conciban y pongan en ejecución soluciones innovadoras como por ejemplo, el proyecto Partera vital, apoyado por la AECID, que visibiliza el trabajo de las parteras tradicionales en Colombia, validando la prestación de una atención dotada de connotaciones culturales a mujeres embarazadas, al tiempo que se les proporciona herramientas para prestar servicios a sus comunidades en consonancia con el sistema médico formal. Según sus cálculos, si se invirtieran o tros 79.000 millones de dólares en países de ingreso medi o y bajo de aquí a 2030, por ejemplo, se evitarían 400 millones de embarazos no planeados, se salvaría la vida de 1 millón de personas y se generarían beneficios económicos por un valor de 660.000 millones de dólares.

EL ESTADO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL DESDE 1978

El informe Estado de la Población Mundial es la publicación anual más destacada del UNFPA. El documento, que se publica todos los años desde 1978, arroja luz sobre los problemas de nueva aparición en el ámbito de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, los pone en el centro del debate público y analiza las dificultades y oportunidades que plantean en lo relacionado con el desarrollo internacional.

El informe de este año recoge las contribuciones de diversos asociados, como la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, entre otros.

Como organismo de las Naciones Unidas que se encarga de la salud sexual y reproductiva, el UNFPA ayuda a la población a conseguir anticonceptivos y servicios e información vitales relacionados con la salud reproductiva, además de empoderar a las mujeres y las niñas para que tomen decisiones fundamentadas sobre su cuerpo y su vida.

CONSULTA el informe del UNFPA Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminar las desigualdades en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos