​Las mujeres suponen casi el 51% de la población iberoamericana, 330 millones de ciudadanas que, a pesar de los grandes avances alcanzados en las últimas décadas, viven situaciones de desigualdad y discriminación. 

Pese a que los avances son esperanzadores en cuanto a La incorporación de las mujeres al mercado laboral -22.8 millones de mujeres en América Latina se han incorporado al trabajo remunerado en los últimos 10 años, llegando la tasa de participación al 53.1% para el conjunto de Iberoamérica- todavía quedan retos que entorpecen el camino a la igualdad.  Un de ellas la recordó ayer en el encuentro de Alto Nivel Aportes de la seguridad social a la equidad de género en Iberoamérica, Gina Magnolia Riaño, secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), "sólo un 37% de mujeres accede a la pensión contributiva frente a un 47% de hombres en la región". 

El encuentro, organizado por la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) en la Agencia Española de Cooperación (AECID) fue inaugurado por la ministra de Empleo y Seguridad Social de España, Fátima Báñez, y contó con la participación de diversas autoridades iberoamericanas de Seguridad Social, la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, el secretario de estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, y el director de la AECID, Luis Tejada, además de la secretaria general de la OISS. 

Fátima Báñez​​, ministra de Empleo y Seguridad Social de España, en la inauguración del encuentro

Durante la jornada se presentaron las conclusiones de dos estudios de la OISS referentes a los aportes de la seguridad social a la equidad de género en Iberoamérica: "Prestaciones de la Seguridad Social y Género" –realizado con la colaboración de la Universidad Carlos III - y el estudio "La Equidad de Género en las Legislaciones de Seguridad Social iberoamericanas". Asimismo, se dieron a conocer los avances en materia de transversalización de la perspectiva de género en los sistemas de protección social en los países iberoamericanos.

​Por su parte, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, recordó que "el siglo XX fue testigo de múltiples cambios y transformaciones, pero quizás ninguno más trascendente que el nuevo rol de las mujeres y su incorporación al mercado laboral" aunque, indicó también, que dicho ingreso al mercado de trabajo se realizó "con las viejas reglas que no las contemplaban" y con "prejuicios que nunca enfrentaron los hombres". 

Grynspan agregó que la desigualdad "se replica en el sistema" e invitó a que la seguridad social sea vista "como una herramienta que tenemos a nuestra disposición para continuar eliminando las barreras y sentar las bases de una sociedad verdaderamente justa e igualitaria". 

Fernando García Casas aseguró durante la clausura de la jornada que "el desarrollo de sistemas de protección social más inclusivos es fundamental para garantizar los logros de crecimiento que han obtenido los países de la región, así como una mejor convivencia en Estados más sólidos y cohesionados".