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La capitana y agente forestal Seynabou Fall posa delante de un bosque de filaos.  Foto: AECID/Marta Moreiras

Pie de foto: La capitana y agente forestal Seynabou Fall posa delante de un bosque de filaos. Foto: AECID/Marta Moreiras

Título de la noticia Seynabou Diop Fall “Proteger las dunas costeras y su vegetación es proteger a la población” 

Fecha de publicación de la noticia 21/04/2024 - 20:50

Resumen de la noticia

La capitana Seynabou Diop Fall, jefa del Sector de Keur Massar de la dirección de Aguas, Bosques, Caza y Conservación del Suelo del Ministerio de Medio Ambiente de Senegal, destaca el rol de las casuarinas, una especie originaria de Australia, para fijar la arena, luchar contra las inundaciones y frenar la erosión costera. Una iniciativa que impulsa la alcaldía de Pikine con el Pacto de los Alcaldes de África Subsahariana en PIkine (Senegal) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para Desarrollo (AECID).


Contenido de la noticia

La capitana Seynabou Diop Fall, responsable del sector de Keur Massar de la Dirección de Aguas, Bosques, Caza y Conservación del Suelo del Ministerio de Medio Ambiente de Senegal, observa con atención a una veintena de jóvenes que riegan con esmero unos pequeños brotes que surgen de la arena. Hace un sol de justicia y cualquier resquicio de sombra es un pequeño paraíso. En las dunas de Malika, encorsetadas entre el océano y una autopista, renace hoy la vida gracias al inmenso trabajo de reforestación y conservación realizado en los últimos años. La capitana Fall, cuyo vínculo con la naturaleza procede de su infancia en Kedougou, aporta su pasión y su saber para salvar este ecosistema, que cumple un rol decisivo en el equilibrio natural de la zona. 

_¿Por qué es tan importante reforestar las dunas en la zona de Keur Massar? 

_Estamos en la zona de los Niayes, donde siempre ha existido una gran producción hortícola de la que depende la población. En toda esta franja costera había dunas móviles, grandes como montañas, que inundaban los huertos y las casas de arena. Era necesario encontrar un medio de luchar rápidamente contra esto y se optó por las casuarinas, que crecen con gran rapidez y están perfectamente adaptadas a los ambientes marinos y a la salinidad. Este era el contexto, una franja de arena que avanzaba hacia el interior del continente y había que proteger la zona hortícola y a la población. Posteriormente se vio que también permitía mantener la linea de costa y luchar contra la erosión costera y el avance del mar. 

_¿Cuándo comenzó el proyecto de reforestación? 

_Las primeras plantaciones datan de 1948, antes de la independencia de Senegal. Después continuaron. La zona reforestada comienza en Dakar y llega hasta Saint Louis, fue un proyecto enorme, con plantaciones que tienen un ancho de hasta 300 metros. En la actualidad vemos relictos, pero fue un proyecto de reforestación que tuvo un gran éxito para luchar contra la erosión y mantener la línea de costa. 

_¿Por qué se  optó por las casuarinas? 

_No se escogieron al azar. Si miras la documentación antigua, ves que se probaron numerosas especies para ver la que se adaptaba mejor al medio. De hecho, primero se hicieron pruebas con especies autóctonas, como la Acacia senegal o la Prosopis juliflora. Desgraciadamente, estas especies tenían una velocidad de crecimiento muy lenta o no estaban bien adaptadas al ambiente costero. Sin embargo, el pino australiano o Casuarina equisetifolia, que fue introducida en Senegal y es originaria de Australia, crecía con una rapidez extraordinaria. Para unas dunas que no dejaban de desplazarse, era la especie perfecta que, además, se adaptaba bien a la salinidad.  

_Mucho tiempo ha pasado desde entonces y estas poblaciones de casuarinas están hoy amenazadas. 

_Cuando comenzó el proyecto de reforestación, la región de Dakar no estaba tan poblada como ahora, hoy vivimos una urbanización galopante. Es evidente que hay que encontrar espacio para que la población se instale en zonas habitables, pero debe hacerse de manera reflexiva. La banda de casuarinas está amenazada porque hay una necesidad de tierras. El servicio forestal ha luchado mucho tiempo contra las ocupaciones ilegales y la extracción de arena, que se usa para la construcción, una actividad muy peligrosa porque acentúa la erosión costera. Ambas actividades están prohibidas por el Código Forestal, que prevé sanciones graves, incluso de prisión, pero la presión sobre este espacio es grande. 

_Toda esta zona ha estado protegido por la ley desde hace años, pero esto ha cambiado. Imagino que no es una buena noticia para las dunas. 

_Un decreto de antes de la independencia establecía la protección de 681 hectáreas del perímetro de Malika. En la actualidad, una parte sigue protegida y otra ha sido desclasificada debido precisamente a esa necesidad de tierras. Debemos tener en cuenta que el departamento de Keur Massar es joven y necesita de infraestructuras, como colegios, hospitales o servicios administrativos. La propia población ha pedido esta desclasificación, para poder ocupar nuevo espacio. En mi opinión, debe hacerse de manera reflexiva, conjugar la protección de la franja de casuarinas y las necesidades de la población. No sirve de nada proteger un lugar si sus habitantes no comparte esa idea, también hay que sensibilizar. Los técnicos urbanistas, los ingenieros hidráulicos, los expertos forestales, todos debemos sentarnos en una mesa y encontrar un compromiso entre esta zona verde que tiene un rol extraordinario en la fijación de dunas, la protección de los cultivos y la lucha contra las inundaciones, con las necesidades de la población. Preservarlo tiene un efecto beneficioso.   

_¿Qué papel positivo juegan las casuarinas respecto a las inundaciones? 

_En toda esta zona, la capa freática está muy cerca de la superficie, por lo que es importante evacuar el excedente de agua. En la actualidad, la construcción intensiva ha provocado una impermeabilización del suelo, el agua debe encontrar un medio de evacuarse porque cada vez se filtra menos al suelo. Tenemos tres zonas de evacuación naturales, los lagos Wouy,  Warouwaye y Mbeubeusse. Se trata de todo un sistema equilibrado gracias a las casuarinas, que hacen de bomba de extracción natural que capta el excedente de agua, la que necesita para su ciclo de vida. Si los árboles no estuvieran, todo ese excedente de agua que hoy se evapora se va a quedar y va a agravar las inundaciones.  

_Y luego está la erosión costera, que se está agravando con el cambio climático. Los árboles fijan las dunas y las dunas mantienen el mar a raya. 

_Si haces una comparación entre los lugares donde hay árboles y aquellos donde no, ves la diferencia entre el avance del mar. Eso es algo que tenemos que seguir investigando, pero es una hipótesis en la que personalmente creo, que las casuarinas tienen un efecto beneficioso para la conservación de la línea de costa. 

_Habla con una pasión extraordinaria sobre el ecosistema y la naturaleza, ¿de dónde procede ese sentimiento? 

_Quienes me conocen ya sabían que iba a terminar trabajando en algo relacionado con el medio ambiente, la ganadería o la veterinaria. Pasé toda mi infancia en la zona forestal de Kedougou, donde viven los últimos chimpancés salvajes de Senegal. Yo vivía en el campo, rodeada de animales, un medio propicio para el desarrollo de una fibra ambiental. Eso tuvo repercusión sobre mi manera de ver las cosas y vivir. Mi primer animal de compañía fue un chimpancé, Koumba, una pequeña huérfana que había sido abandonada y mi padre me trajo a casa.Mi vocación de encontrar el equilibrio entre los animales y los seres humanos viene de esa época. 

_¿Cuál cree que es el mensaje clave para proteger las dunas costeras? 

_La idea de que nosotros estamos aquí para proteger las dunas costeras y las casuarinas, pero que en realidad estamos protegiendo a la población. Se trata de un sistema complejo e interconectado entre árboles, animales y seres humanos, si se produce un desequilibrio en alguno de estos elementos tendremos problemas.