Educación básica para todas y todos

La educación básica busca satisfacer las necesidades esenciales de aprendizaje de todas las personas en las llamadas competencias instrumentales: lectoescritura, matemáticas, expresión oral, habilidades socioemocionales. Se trata de los conocimientos teóricos y prácticos que permiten el desarrollo físico, psicosocial y cognitivo, garantizan la supervivencia y la lucha contra la pobreza y las desigualdades, y aseguran la mejora de la calidad de vida al proporcionar a niños, niñas y adolescentes las competencias necesarias para su plena integración en la sociedad. Por lo general, la educación básica se vincula con los ciclos de enseñanza infantil, primaria y secundaria, así como también con la alfabetización y educación para personas jóvenes y adultas.

La AECID dirige sus actuaciones en este ámbito a prestar apoyo a los países socios en todo lo relacionado con la mejora de los sistemas educativos, para poder garantizar este derecho universal de forma inclusiva y equitativa a toda la población. Especialmente a los grupos más vulnerables como las niñas y mujeres —que enfrentan importantes brechas de género—, la infancia y adolescencia, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y personas afrodescendientes, o las personas jóvenes en riesgo de exclusión social.
​​​​​​​
Las principales acciones de AECID incluyen iniciativas para el refuerzo de la calidad educativa, como la formación y capacitación del personal docente con doble enfoque de género y de derechos, la asistencia técnica para el desarrollo y mejora de currículos y pedagogías educativas, la dotación de recursos para la adecuación de las infraestructuras y medios de enseñanza, la educación intercultural bilingüe (EIB) para pueblos indígenas, o la innovación en los aprendizajes mediante tecnologías educativas.