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El pasado lunes 11 de diciembre se inauguró la Escuela Taller San Antonio de Cajamarca, un centro de formación técnica que implementado gracias a la financiación de la Cooperación Española, en acuerdo con la Municipalidad Provincial de Cajamarca. El objetivo de esta iniciativa es la capacitación e inserción productiva de jóvenes en oficios ligados al patrimonio cultural.

Este proyecto de formación busca facilitar el empleo de jóvenes, hombres y mujeres entre 16 y 25 años de escasos recursos, en oficios ligados a la conservación del patrimonio cultural y servicios asociados, cubriendo la ausencia de falta de mano de obra calificada necesaria para impulsar el proceso de recuperación del centro histórico de la zona.

Cuenta con 61 alumnos y alumnas que han iniciado sus estudios de 2 años en las especialidades de Restauración de Monumentos, Intervenciones Arqueológicas, Jardinería y Cocina tradicional. También desarrolla cursos cortos de 2 meses relacionados con el patrimonio inmaterial de Cajamarca, como los talleres de Clarín Cajamarquino, Textiles Tradicionales, Máscaras y Trajes de Carnaval, y de Copla y Contrapunto de Carnaval -declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura-, e Instrumentos Musicales Urbanos y Rurales, de los que se han beneficiado ya 180 alumnos y alumnas, tanto jóvenes como mayores de 25 años.

Este proyecto se trata de la sexta escuela taller creada en el Perú, después de las escuelas de Cusco, Lima, Arequipa, Valle del Colca y Rímac; y la más reciente en incorporarse a la larga lista de escuelas apoyadas por la Agencia Española de Cooperación (AECID) en Latinoamérica desde 1990, vinculadas todas ellas con la recuperación de centros históricos tan relevantes como los de La Habana, Cartagena de Indias, Quito, Bogotá, La Paz, entre otros.

El evento contó con la presencia del Embajador de España en el Perú, Ernesto de Zulueta Habsburgo-Lorena y del coordinador de la AECID, José Luis Pimentel, así como el alcalde provincial del Cajamarca Manuel Antenor Becerra Vílchez.

Programa de Escuelas Taller

Las escuelas taller se diseñaron como política activa de empleo, en respuesta a la situación de desempleo de España en 1985, con la finalidad de promover el empleo juvenil a través de la formación en oficios tradicionales. Tras la firma del acuerdo en noviembre de 1990, entre Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, el Programa de Escuelas taller aparece, en el ámbito de la Cooperación Española, como una línea de actuación del Programa de Patrimonio. A partir de 2009, en el que se desliga del programa de Patrimonio, la oferta formativa de las escuelas taller se amplía a la totalidad de oficios demandados por el mercado de trabajo en los países donde se desarrolla.

En las Escuelas Taller se ofrece formación para el empleo a jóvenes, entre 16 y 25 años de ambos sexos y escasos recursos, con escasas posibilidades de formación mediante una metodología eminentemente práctica (aprender haciendo) en la que prima la formación en escenarios reales en una obra o servicio, de utilidad para la comunidad donde se radican los diferentes proyectos.​