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Con motivo del 150 aniversario de la Academia de España en Roma, por primera vez se ha convocado a todos los becarios de su historia. Una cita a la que han respondido con entusiasmo desplazándose hasta la ciudad en la que disfrutaron de una beca para desarrollar un proyecto propio. Más de un centenar que corresponden a 38 promociones distintas han decidido participar en las sesiones de debate con las que comenzó el foro, organizado en torno a dos temas centrales que sirvieron como punto de partida:

                – ¿Qué pasa cuando los creadores e investigadores viven juntos?

                – La Academia que queremos: retos y propuestas para las próximas décadas

Continuó la sesión con la presentación del proyecto de rehabilitación y ampliación de la Academia promovido por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), cuyo equipo vencedor del concurso internacional que se falló en 2022 está integrado, entre otros, por dos antiguos becarios de la Academia, Jesús Aparicio (1988) y Jesús Donaire (2014).

Para finalizar se entregó una medalla conmemorativa de este 150 aniversario diseñada y producida por el escultor Juan Bordes, miembro de la Real Academia de San Fernando y becario en la categoría de grabado en 1987. Una medalla que sigue la tradición de las que se realizaron en anteriores aniversarios.

Cabe señalar que, entre los asistentes, se contó con la presencia de varios premios nacionales, medallas de oro al mérito de las bellas artes o que han sido galardonados con distintos reconocimientos del sector cultural, especialmente tras su estancia en Roma.  Entre otros destacar al pintor Agustín de Celis, residente en 1960-61, y que, con 91 años, es el de mayor edad en esta ocasión. O el compositor José María Sánchez Verdú, residente en 1996-1997 y Premio Nacional de Música en 2003. O Silvia Fernández Palomar, residente 2018-2019 y Premio Nacional de Diseño en la modalidad de Jóvenes Diseñadores en 2019. Son solo algunos ejemplos, pero los premios o galardones a quienes han pasado por estos 150 años de vida en la Academia son innumerables si consideramos que desde el año 1932 Fernando Remacha consiguió el Premio Nacional de Música, Fernando García Mercadal el de Arquitectura en 1933 o José María García de Paredes en 1956. Sin olvidar los más recientes de Rafael Moneo (Arquitectura, 2015) o Marcos Giralt (Narrativa, 2011), Juan Bonilla, Rogelio López Cuenca (Artes Plásticas, 2022) o el recentísimo Eduardo Soutullo (Música) de hace apenas una semana.

Una Academia no solo premiada a través de sus becarios sino también directamente, ya que a lo largo de este año y con motivo de su conmemoración ha recibido la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte y la Medalla de Oro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Las conclusiones de las sesiones del Foro se trasladaron para su toma en consideración por parte de la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional quien es, además, la presidenta del Patronato de la Academia. Siendo uno de los objetivos el que este tipo de encuentros se lleven a cabo de forma periódica para canalizar de forma eficaz y continuada la participación de quienes pasan por Roma.

Participaron en el Foro igualmente antiguos becarios italianos e iberoamericanos completando de ese modo la representación de quienes tienen acceso a esta prestigiosa beca.

Aprovechando la ocasión, el domingo día 10 se abrió a la ciudad de Roma el jardín romántico de la Academia como parte de un programa que podríamos enmarcar en una suerte de “abierto por obras”. Un espacio cerrado hasta el momento y que comenzará a rehabilitarse de la mano de este gran concurso de arquitectura. Una oportunidad para ir comprobando los avances del proyecto y la recuperación integral de los valores originales del momento de su creación.

Información complementaria

La Real Academia de España en Roma, institución del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y en Italia adscrita a la Embajada de España en Italia que celebra este año su 150 aniversario, ha desarrollado desde siempre un rol fundamental y estratégico para la política cultural española en el extranjero y en la formación de numerosas generaciones de artistas e intelectuales españoles, italianos y latinoamericanos. Plataforma cultural y centro de producción e innovación artística de referencia para estimular la producción, ya sea tanto de las promesas como de talentos consolidados, tiene como objetivo principal proyectar y difundir la cultura creativa a nivel internacional.

La Academia y Europa

Europa estuvo presente en el pensamiento que movió a los artistas e intelectuales que participaron en la creación de la Academia de España en Roma, animados por Emilio Castelar en aquel lejano 1873, año de su fundación hace ahora 150 años. Sus ideas y esfuerzos serían los cimientos de la primera institución cultural española fuera de nuestras fronteras en la ciudad que simboliza el nacimiento de la Europa de hoy, de sus instituciones políticas y culturales.

Hasta mediados del siglo XX, y concretamente mientras las becas tuvieron una duración de varios años, el viaje por Europa constituyó parte esencial de la experiencia de los residentes de la Academia, tanto es así que tenía carácter obligatorio y contemplaba, en la mayor parte de los casos, la permanencia en diferentes ciudades. Reconocía así el legislador la necesidad de favorecer el intercambio cultural entre los diferentes territorios del continente como parte fundamental del desarrollo formativo y profesional de nuestros creadores y, con el tiempo, también de los investigadores.

Si bien la reducción progresiva de la duración de las becas y las limitaciones presupuestarias obviaron posteriormente la inclusión del viaje entre las obligaciones de los becarios, el proceso de construcción de la Unión Europea ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad del fortalecimiento de los lazos culturales entre los diferentes países miembros como elemento catalizador insustituible, lo que se tradujo en la apertura de la Academia a ciudadanos de esos territorios -así como de Iberoamérica- en 2001, hace ya más de 20 años. 

Es pues, fácil de entender que el proceso de análisis de la institución enfocado a establecer las pautas de la “Academia que queremos” está de un modo u otro inmerso en una reflexión más global sobre la “Europa que queremos”. Es por ello que la primera reunión de becarios de la historia de nuestra institución servirá para avanzar y aportar, con la voz de sus auténticos protagonistas, su propia revisión crítica sobre las funciones, métodos y objetivos de la institución. Una cita histórica que tendrá lugar en Roma entre el 9 y el 10 de septiembre coincidiendo con el 150 aniversario de la creación de la Academia.  Un foro en el que participarán decenas de creadores e investigadores que han pasado por Roma, por la Academia, por la institución cultural con la mayor tradición europea de nuestro país: 150 años aportando cultura desde el corazón de Europa.

Una oportunidad privilegiada para trabajar en aras de un mayor desarrollo de nuestra identidad y de los valores europeos compartidos, con la finalidad de reforzar, además, el rol estratégico de la cultura, la importancia de que la promoción de nuestra diversidad y el apoyo a la innovación e investigación en el sector cultural constituyen uno de los objetivos prioritarios para el fortalecimiento de una Europa rica y plural, tal y como están establecidos por la Presidencia española durante este semestre.