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En África subsahariana, con escasez de fondos gubernamentales para sufragar infraestructuras y servicios, las Alianzas Público-Privadas suponen una alternativa para costearlas. En la imagen, infraestructuras en Mauritania. Foto: Miguel Lizana/AECID

Pie de foto: En África subsahariana, con escasez de fondos gubernamentales para sufragar infraestructuras y servicios, las Alianzas Público-Privadas suponen una alternativa para costearlas. En la imagen, infraestructuras en Mauritania. Foto: Miguel Lizana/AECID

Título de la noticia La paradoja de las infraestructuras en África occidental

Fecha de publicación de la noticia 01/08/2023 - 13:21

Resumen de la noticia

RED DE EXPERTOS AECID. El desarrollo de proyectos clave en esta región del continente no reside en la escasez de capital internacional interesado, sino en la falta de garantías sobre el retorno potencial de la inversión

Por Adrián Cano Guerrero


Contenido de la noticia

Un ámbito al que cada vez se le está prestando una mayor importancia en la región de África occidental es el del desarrollo de infraestructuras y dotación de servicios públicos con instrumentos y procesos distintos de la contratación tradicional mediante licitación pública. De entre estos, las Alianzas Público-Privadas (PPP por sus siglas en inglés), cuentan con un amplío recorrido, primordialmente por el éxito que este modelo de contratación ha experimentado en los países más desarrollados.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una PPP es un acuerdo a largo plazo entre un Gobierno y un actor privado por el cual esté último obtiene financiación, construye y opera un servicio o infraestructura de propiedad pública, repartiéndose entre ellos los riesgos inherentes al desarrollo y mantenimiento del proyecto.

El beneficio para el actor privado proviene de pagos del sector público por la disponibilidad del bien o servicio durante la vida del contrato, de las tasas de utilización del servicio por ciudadanos, empresas, etcétera, o por una mezcla de ambos.

En un contexto como el de África subsahariana, donde es común que haya escasez de fondos gubernamentales para sufragar necesidades vitales de infraestructuras y servicios, las PPP suponen una nueva alternativa para costearlas.

Puesto que es el actor privado quien ha de obtener la financiación requerida inicialmente, las autoridades públicas cuentan con bastante margen temporal para permitirse estas infraestructuras, en el caso de que no sean los usuarios quienes paguen por ello, como en las autopistas.

Sin embargo, se debe informar a la ciudadanía de que las PPP no implican privatizar servicios o infraestructuras públicas —la propiedad sigue siendo pública—, sino que buscan el mejor valor-precio y maximizar la eficiencia en la construcción y mantenimiento de una infraestructura o servicio. Al dar margen al sector privado para que aplique métodos novedosos en la provisión de los bienes y servicios acordados, exigiendo unos estándares que garanticen un buen servicio público, pero sin corsés sobre cómo lograr esto, se incentiva la innovación y la eficiencia.

La realidad en África occidental para proyectos clave no es que haya una escasez de capital internacional interesado, el problema es la falta de garantías en el país que aporten el grado necesario de seguridad sobre el retorno potencial de la inversión. A este hecho hace referencia la consultora McKinsey, la cual, en un artículo de 2020, acuño el término de la “paradoja de las infraestructuras africanas” para referirse al escenario por el que, a pesar de existir una abundancia de financiación disponible para África, gran parte de esta no se está empleando.

Los gobiernos de África del oeste más consolidados, como Senegal, han visto la oportunidad que se les presenta, y han puesto recientemente en marcha una legislación dedicada exclusivamente a las PPP, previendo la configuración de una unidad independiente de dedicación exclusiva al desarrollo de estos proyectos.

No es de extrañar que Senegal esté a la vanguardia en normativa específica sobre las PPP, dado que fue el primer país subsahariano tras Sudáfrica en contar con un proyecto PPP “greenfield” —ideado y construido desde cero—. Se trata de una autopista de peaje de 42 kilómetros a las afueras de Dakar, cuya construcción finalizada en 2013 ha acortado los trayectos diarios tres horas de media y ha generado numerosas externalidades positivas, como descongestionar el tráfico de la antigua carretera gratuita y mayores niveles de seguridad vial.

No obstante, es Nigeria quien por capacidad e interés gubernamental asume el liderazgo en cuanto a volumen de proyectos PPP. La construcción y concesión de la nueva terminal de Lagos para vuelos nacionales (MM2), los nuevos puertos del litoral meridional nigeriano o la autopista de peaje entre Lagos e Ibadan son solo algunos ejemplos del arraigo de las PPP en el país. Este impulso no queda exento de dificultades: la falta de experiencia en PPP de las autoridades públicas y el sector privado implica que los proyectos arrastran problemas desde su preparación hasta las fases de operación y mantenimiento de las infraestructuras.

Para fomentar una mayor y mejor cultura de PPP en Nigeria y en toda la región, la Unidad de Preparación y Desarrollo de Proyectos (PPDU) de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), impulsa buenas prácticas para conformar PPP en los 15 países CEDEAO.

Específicamente, esta unidad se centra en la identificación y estudio de proyectos de infraestructuras vitales para el desarrollo económico de estos países. La Aecid viene prestando apoyo técnico y financiero al PPDU desde 2015, y en este tiempo se ha logrado que los decisores políticos de los países pongan el foco sobre cientos de proyectos de infraestructuras en sus respectivos territorios y transfronterizamente, soslayando el potencial del modelo PPP en multitud de supuestos.

La CEDEAO aprobó a finales de 2021 el Plan Regional Maestro de Infraestructuras 2020-2045, donde se recoge la hoja de ruta para poder desarrollar 201 proyectos que transformarían la región en el próximo cuarto de siglo.

El apoyo español no se circunscribe únicamente a la configuración teorética de estos proyectos. Se ha dotado al PPDU de asistencias técnicas especializadas en PPP y proyectos de transportes, al ser los corredores de infraestructuras terrestres y ferroviarias, como la autopista Abidján-Lagos o el ferrocarril Dakar-Bamako, prioritarios.

Asimismo, se está formando a altos funcionarios de los países de África occidental en materia de PPP, dándoles la oportunidad de que certifiquen un alto nivel en este campo para poder utilizar estos conocimientos a la hora de determinar los proyectos y métodos de implementación más apropiados para sus respectivos países.

En África occidental, diversos organismos multilaterales internacionales (Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y regionales (Banco Africano de Desarrollo, CEDEAO, Unión Africana) cuentan con el respaldo español para avanzar en materia de desarrollo de infraestructuras y servicios. Con este tipo de acciones, y una presencia continuada en los decisores multilaterales económico-financieros del continente, España espera consolidar un entorno propicio y una asimilación de capacidades técnicas en los países africanos para que se pongan en marcha proyectos complejos, incluyendo las Alianzas Público-Privadas.

Adrián Cano Guerrero es responsable de proyectos en Nigeria y la CEDEAO de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).