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La participación activa de los locales refleja la creciente conciencia sobre la importancia de este proyecto

El conflicto armado que afecta a Mali desde 2012 ha tenido un impacto significativo en el turismo de la ciudad de Djenné, lo que ha provocado una considerable reducción de los ingresos para la población local. Esto ha traído consigo la falta de recursos para el mantenimiento de la Gran Mezquita de Djenné, un sitio cultural y religioso de importancia crítica, y uno de los mayores exponentes del Patrimonio Africano.

La Gran Mezquita, junto con su entorno histórico, ha sido incluida en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO debido a los importantes daños estructurales que ha sufrido. Con el fin de abordar estos problemas y proporcionar energía sostenible y económica, la AECID y la UNESCO han llevado a cabo un proyecto de diagnóstico arquitectónico y electrificación solar que comenzó en diciembre de 2017 y tuvo dos fases principales.

En la primera fase, dirigida por la arquitecta de patrimonio maliense Mariam Sy, se identificaron las patologías de conservación de la mezquita y se determinaron sus necesidades energéticas. Durante la segunda fase, se instalaron equipos solares para dotarla de autonomía energética mediante el uso de energía renovable. La instalación solar comprende 18 paneles fotovoltaicos de 300W cada uno, con una potencia total instalada de 5400Wc. El sistema incluye un conversor, un regulador, un tablón de mandos de seis vías y una batería de litio de 13,8 kWh. Un equipo de electricistas locales ha sido capacitado para el mantenimiento y operación de la instalación.

La inauguración oficial del proyecto tuvo lugar el 28 de abril de 2019, coincidiendo con la tradicional ceremonia del enlucido de la mezquita, conocida como "crépissage", que reúne a miles de personas de todas las regiones de Mali. Durante esta ceremonia, se enlucen las paredes de la mezquita con una mezcla de tierra, agua, cáscara de arroz, manteca de karité y polvo de baobab.

Este proyecto no solo proporciona energía sostenible a la Gran Mezquita, sino que también reduce los costos para la comunidad y revaloriza el patrimonio turístico de la ciudad, mejorando la calidad de vida de sus habitantes. El representante de la UNESCO, Gonogo Fidele Guiro, afirmó que la modificación no prevista de la instalación para agregar más paneles y baterías fue bien recibida, ya que demuestra la conciencia y el compromiso de la comunidad local con el mantenimiento y conservación de su patrimonio.

ACTUALIZACIÓN DEL PROYECTO

Gonogo Fidele confirma que la instalación se encuentra en buen estado tras haber realizado algunas modificaciones, solicitadas por los fieles de la mezquita, que consistieron en añadir paneles solares y baterías adicionales para incrementar la capacidad de generación de energía.

A pesar de que estos cambios no fueron informados, la UNESCO y la AECID consideramos que son positivos, ya que reflejan la conciencia de la comunidad sobre el valor del proyecto financiado por AECID y el impacto positivo que ha tenido. Además, durante misiones de campo realizadas por la UNESCO en 2020 y 2021, la instalación fue inspeccionada y el trabajo fue bien recibido por la población. El Imán de la mezquita solicitó incluso un refuerzo adicional para asegurar que la capacidad energética de la instalación cubra por completo las necesidades de la mezquita.

Un residente ha comentado que varios grupos de fieles se encargan de limpiar los paneles solares por iniciativa propia, conscientes de que mantenerlos libres de suciedad es fundamental para asegurar su óptimo rendimiento y evitar daños. Según el Imán, la instalación solar subvencionada por AECID redujo significativamente las facturas de electricidad de la mezquita.