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Título de la noticia La experiencia “Nourrir et verdir Nouakchott”, huertos urbanos en clima desértico

Fecha de publicación de la noticia 12/05/2023 - 09:15

Categorías de la noticia

Resumen de la noticia

Este proyecto es fruto de una de las recomendaciones del Plan de Acción para el Acceso Sostenible a la Energía y el Clima (SEACAP en inglés), elaborado en 2020: desarrollar la agricultura urbana y periurbana en la ciudad de Nouakchott


Contenido de la noticia

A principios de 2021, en un gran acto público, el Ministerio mauritano de Desarrollo Rural concedió a la región de Nuakchot un terreno de 10 hectáreas en las afueras de la capital, así como una importante partida de material agrícola para la puesta en valor de las tierras de cultivo, fruto de los esfuerzos de la región para mejorar la vida de sus ciudadanos. Había nacido el proyecto “Nourrir et Verdir Nouakchott” (alimentar y reverdecer Nuakchot). Y así se materializaba una de las recomendaciones del Plan de Acción para el Acceso Sostenible a la Energía y el Clima (SEACAP en inglés), elaborado en 2020: desarrollar la agricultura urbana y periurbana en la ciudad.


El perímetro, situado a 17 km al sur de la ciudad (PK17, como se le llama allí) en el eje Nuakchot-Rosso, se ha acondicionado con fondos del proyecto de cooperación delegada Pacto de los Alcaldes CoM SSA, cofinanciado por la AECID. El acondicionamiento comenzó con la nivelación del terreno, la creación de una pista de acceso y una valla de protección, seguida por la instalación de un sistema de riego por goteo y bombeo solar de agua, la preparación de toneladas de compost, la construcción de invernaderos, almacenes, corrales para el ganado, letrinas, etc.


Producción en invernadero. Reparación del sistema de riego por goteo. Foto @aecid


Una vez instalado el riego por goteo, se plantaron árboles frutales y plantas forrajeras que a su vez hacen de corta vientos, tan necesarios en este tórrido clima desértico de fuertes vientos y altas temperaturas. Los 130 beneficiarios, seleccionados de un listado de solicitudes de más de 1400 candidatos, empezaron a cultivar sus verduras, cada uno en su parcela. Pocos imaginarían ver tanto verde en un lugar así, en medio del Sáhara, y menos en junio, cuando las temperaturas son más altas y la actividad agrícola se vuelve más difícil. Así lo pudo atestiguar la misma Reina Letizia de España, en su visita del año 2022, que coincidió además con una tormenta de arena -quizá la tormenta más mediatizada de la historia. 


Visita de la reina Letizia en junio de 2022. Foto @aecid


Estamos ahora en la segunda campaña agrícola de estas personas valientes y perseverantes, que viven en los barrios periféricos y han estado en paro durante un largo período, pero que ahora han decidido cultivar la tierra, ya sea como oficio o como actividad complementaria. Están acompañados por la Región de Nuakchot, que ha movilizado a un equipo de técnicos para apoyar la actividad, y se ocupa del transporte, para acompañar y facilitar la tarea a estos agricultores urbanos. 

En los alrededores se ha generado un nuevo fenómeno: cada vez hay más tierras cultivadas por particulares, el mercado local está siendo abastecido de verduras de proximidad, a precio competitivo, y lo más importante, estas personas están sacando un rendimiento de su trabajo. Hace tan sólo 5 años pocos nouakchottois hubieran creído que fuera posible cultivar en su ciudad. 

Huertos urbanos como estrategia para la resiliencia urbana y el desarrollo sostenible
Un kilo de tomates en el mercado de Nuakchot cuesta 30 ouguiyas (MRU), equivalente a 0’80€, un precio muy alto si tenemos en cuenta que el salario mínimo en Mauritania es de 3.000 MRU (+/- 80€) y que esos tomates han viajado entre cientos y miles de kilómetros. Mauritania tiene una alta dependencia de las importaciones de alimentos y, en consecuencia, de las subidas y bajadas de los precios, del transporte, así como de otras adversidades. Nuakchot, la capital, con más de su millón y medio de habitantes, “engulle” la mayoría de estas importaciones que llegan fundamentalmente de Marruecos y Senegal, y también de España. Uno de los principales problemas para la producción de alimentos en Nuakchot es que una buena parte de la ciudad está ubicada por debajo del nivel del mar, con lo que el suelo tiene un alto contenido en sal y el cultivo es difícil. Esta es la razón de establecer la zona de cultivo en el PK17 donde se utiliza el agua que se desecha de la estación de potabilización de la empresa nacional del agua, la SNDE, que transporta el agua desde el río Senegal, a 200km. Esta agua desechada es almacenada y bombeada con un sistema de energía solar que alimenta el riego gota a gota, con un circuito de optimización del agua. 

 


Depósito de agua bombeada mediante energía solar. Foto @aecid


No ha sido fácil, y sigue sin serlo, pero este proyecto está aquí para quedarse, para generar una nueva tendencia en horticultura urbana, y para reforzar la soberanía y la seguridad alimentarias en uno de los países con mayores índices de malnutrición del planeta. La región de Nuakchot, que tiene otro perímetro de 10 hectáreas en otro barrio periférico de la ciudad donde espera replicar la experiencia del PK17, ya ha encontrado un socio para desarrollar la actividad agrícola en él; quién sabe si dentro de unos años podremos ver a Nuakchot "Nutrida y Verde".


La Cooperación Española también apoya, dentro de la iniciativa Pacto de los Alcaldes, a otras ciudades: Maputo, Matola y Boane en Mozambique, Dakar y Pikine en Senegal y Praia y Ribeira Grande de Santiago en Cabo Verde. Todas ellas son ciudades signatarias del Pacto de los Alcaldes (https://comssa.org/en/), y junto con otras 343 ciudades de África Subsahariana, se han unido en la lucha contra el cambio climático.