La acción humanitaria española ha reforzado, en los últimos años, su respuesta ante las crisis que impactan con mayor gravedad en las poblaciones más vulnerables. 

En la actualidad, 362 millones de personas en el mundo precisan ayuda humanitaria -según el Informe Humanitario Global de Naciones Unidas- en un escenario global protagonizado por las consecuencias de la COVID-19, conflictos como la agresión de Rusia a Ucrania y su impacto sobre la inseguridad alimentaria, y por el avance del cambio climático.

Entre 2019 y 2023, el presupuesto humanitario de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) se incrementó en más de un 100%, partiendo de 44, 6 millones de euros en 2019, y llegando en 2022 a los 101 millones de euros.

Así, el pasado año, la Cooperación Española incrementó su actuación en siete contextos humanitarios priorizados: la crisis regional de Siria, América Latina y Caribe, Sahel, campamentos de población refugiada saharaui, Palestina, Afganistán y Ucrania, además de prestar asistencia a emergencias humanitarias en distintas regiones del mundo, incluyendo el terremoto que afectó a Turquía y Siria en febrero de este año.

Estas cifras confirman la tendencia al alza de años anteriores y se alinean con el objetivo de destinar el 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) española a la Acción Humanitaria en 2030; un compromiso recogido en la Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global, aprobada el pasado mes de febrero. 

APOYO ESPECIAL A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y AL IMPACTO POSITIVO DE LAS ORGANIZACIONES LOCALES

Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda pasó de 145 millones en 2019 a 349 millones en 2022 en una crisis alimentaria severa que continúa agravándose, especialmente, en ciertas regiones de África Subsahariana y Oriente Medio. 

Como respuesta a dicha situación, en enero de este año, el presidente del Gobierno anunciaba un Plan de Choque contra la Emergencia Alimentaria en el Sahel, Cuerno de África y Yemen de 14,4 millones de euros, incluyendo 4,4 millones de euros destinados a la iniciativa "Grano desde Ucrania", que financia el traslado de cereales ucranianos a países en desarrollo. 

La dotación del Plan de Choque se suma a los 236,5 millones de euros para acciones de seguridad alimentaria anunciados también por el presidente del Gobierno en septiembre de 2022 durante la semana ministerial de la Asamblea General de  las Naciones Unidas.

Por otro lado, a lo largo del último año, la Cooperación Española ha reforzado su compromiso con la calidad de la acción humanitaria, en línea con el acuerdo del “Grand Bargain”, surgido de la Cumbre Humanitaria Mundial de Estambul en 2016, con el objetivo de maximizar la eficacia y eficiencia de la financiación y la respuesta humanitarias. 

Para lograrlo, la acción humanitaria española gestionada por la AECID ha hecho un considerable esfuerzo en términos de apoyo a las organizaciones locales -un apoyo conocido como “localización”-, que se ha traducido en que el 22% del presupuesto humanitario haya sido destinado, de la forma más directa posible, a actores humanitarios locales. 

Una mayor apuesta por la localización implica un refuerzo de las capacidades de estos actores para mejorar su respuesta ante las crisis humanitarias y contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de las acciones en el ámbito humanitario. 

Además, la Cooperación Española continúa manteniendo su compromiso con el enfoque de género en la acción humanitaria, habiendo destinado cerca del 27% del presupuesto total de 2022 a acciones humanitarias que transversalizan el enfoque de género o que se dirigen específicamente a apoyar proyectos focalizados en los derechos de las mujeres y las niñas. 

19 DE AGOSTO, DÍA INTERNACIONAL DE LA ACCIÓN HUMANITARIA

Mañana se celebra el Día Internacional de la Acción Humanitaria para reconocer la labor de los trabajadores y trabajadoras humanitarios que arriesgan sus vidas a diario; y conmemorar el 20 aniversario del atentado terrorista perpetrado en 2003 contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad, en el que murieron 22 trabajadores humanitarios. 

El pasado año fue el más violento de la última década para el personal humanitario internacional que sufrió un total de 444 ataques, con un resultado de 143 profesionales heridos, 116 fallecidos y 185 secuestrados -según datos de Naciones Unidas-. La Cooperación Española reafirma su compromiso con la seguridad del personal humanitario; clave para que la ayuda humanitaria llegue a tiempo y sea lo más eficaz posible para las poblaciones que más lo precisan.