El Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) reunió los pasados días 15 y 16 de junio a más de una veintena de personalidades del mundo cultural de América Latina y el Caribe y de España para debatir, desde el ámbito de la cultura, sobre el estado de las democracias y la necesidad de la puesta en marcha de nuevos contratos sociales para avanzar en la construcción de sociedades más justas e inclusivas, así como instituciones y procesos democráticos más participativos y transparentes. La iniciativa forma parte del Programa Democracia de la Agencia Española para la Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El encuentro fue inaugurado por el ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, y el embajador de España en Chile, Rafael Garranzo, quien destacó la pertinencia de celebrar el encuentro en el marco de la conmemoración de los cincuenta años del Golpe de Estado en Chile, y la celebración del 30ª aniversario del Centro Cultural de España en el país. Además, fue clausurado por Carolina Pérez, Subsecretaria de Patrimonio de Chile, y el director de la AECID, Antón Leis, quien destacó la importancia de reflexionar conjuntamente en torno a los retos, desafíos y oportunidades de la cultura para construir democracias más fuertes e incluyentes, así como la importancia de los espacios culturales como lugares seguros, de refugio y de libertad, y como puntos de encuentro desde la diversidad.

LA CULTURA, HERRAMIENTA ESENCIAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE DEMOCRACIAS MÁS FUERTES E INCLUYENTES 
Estructurado en un diálogo de apertura y tres mesas de debate, el encuentro permitió realizar una radiografía de los desafíos compartidos en materia de gobernanza democrática y promoción y protección de los derechos humanos desde la cultura, además de un laboratorio final para generar propuestas de acción y estrategias para el futuro.

El primer panel de debate tuvo como propósito pensar la relación entre cultura y democracia a la luz de los desafíos actuales que enfrenta la región en términos de sus procesos de memoria y de reconciliación. Moderados por la editora Silvia Aguilera (Chile), los panelistas abordaron temáticas diversas relacionadas con los problemas actuales en torno a la libertad de expresión o la relación entre cultura y memoria en las crisis contemporáneas, tema que trató el historiador Francisco Estévez, quien destacó que el rol contemporáneo de la memoria no debe entenderse desde la nostalgia o como una exquisitez histórica, sino desde las urgencias del presente. Por su parte, la directora del Grupo Internacional de Paz (Colombia), Beatriz Mejía, señaló la relación de la cultura, las artes y el deporte en la construcción de paz y en la generación de nuevos pactos sociales, y las posibilidades que ofrecen para acercarse a los otros desde un sentido de igualdad, horizontalidad e inclusión.

El segundo panel de la jornada abordó interrogantes relativos a los derechos y a las políticas culturales, examinando nociones como “democratización”, “acceso” o “élites” en el campo de la cultura. Los panelistas ofrecieron un vasto panorama de iniciativas que, en diferentes disciplinas y localidades, vienen promoviendo un rol activo y participativo de las comunidades. Los participantes en la mesa, moderada por Regina Rodríguez, directora del Centro Cultural de La Moneda (CCLM), destacaron la idea de la cultura como espacio de la diferencia, tal y como señaló el escritor mexicano Eduardo Vázquez, quien sostuvo que la cultura es antes que nada una forma de diálogo que viene del reconocimiento del otro: “Por eso los autoritarismos persiguen a la cultura: porque significa duda y cuestionamiento, significa escuchar lo que no queremos escuchar” —agregó.

El último panel de la jornada, moderado por Cristian Vargas Paillahueque, investigador del Museo de Arte Precolombino, recogió, desde ópticas diversas, las implicaciones de la ciudadanía cultural para la democracia contemporánea, en la que destacó la participación de Elisa Avendaño, la primera representante de pueblos originarios en obtener el Premio Nacional de Artes Musicales de Chile, quien reivindicó la defensa de la cultura y el arte mapuche, la importancia de la lengua, y el territorio, y el respeto de la naturaleza y el entorno para promover la una cohesión social sostenible medioambientalmente.

El cierre de estas intensas jornadas de debate estuvo a cargo de Sergio Colina Martín, jefe del Departamento de Cooperación con los Países Andinos y el Cono Sur, y  Eloísa Vaello Marco, jefa del Departamento de Cooperación y Promoción Cultural de la AECID. Ambos destacaron dos ideas que recorrieron el debate durante los dos días: los centros culturales como lugares de asilo y de protección, y la aportación de la cultura a la democracia en tanto lugares privilegiados de escucha. Asimismo, reiteraron la necesidad de un nuevo contrato social para lograr la consolidación de la democracia para todos.