El barrio de Buenos Aires, a las afueras de Ajuterique, es una zona en la que confluyen calles asfaltadas y de tierra, donde las casas firmes se emparejan con otras a medio construir, y donde las vacas y gallinas comparten vía con los coches. Es uno de los muchos barrios que se extienden a lo largo del valle de Comayagua, en Honduras, y en él se dan cita cerca de 86 familias –unas 400 personas aproximadamente-, que hasta hace muy poco pasaban hasta 10 o 12 días sin agua. Hoy, en cambio, disfrutan del vital líquido de forma casi continuada y con buena calidad gracias al programa de Agua y Saneamiento en el Valle de Comayagua, fase complementaria, financiado por el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, de AECID, y ejecutado por las municipalidades colindantes de Comayagua, Ajuterique y Lejamaní.

Hasta la fecha, esta iniciativa ha permitido llevar a cabo mejoras en la planta de potabilización y en la de aguas residuales de la zona; ha impulsado la construcción de 140 letrinas, la renovación de módulos sanitarios de cinco centros escolares y la puesta en marcha de 100 kilómetros de tuberías para las redes de distribución. Precisamente una de estas tuberías llega hasta la casa de don Antonio Suazo, profesor ya retirado y líder comunitario, quien explica que “hasta hace muy poco teníamos que comprar el agua, lo que nos costaba unas 300 lempiras por llenar el tanque”. Hoy sólo tiene que abrir el grifo que han instalado sobre la enorme pila de la casa y que muestra orgulloso. Además, el precio ronda las 120 lempiras al mes. Una importante mejora para sus vidas, tal y como confirma su mujer, mientras trabaja en su ordenador. 

Sin embargo, Suazo es consciente de que todavía quedan asignaturas pendientes y, como maestro que es, alude en primer lugar a la sensibilización y educación de los vecinos para que cuiden el agua. Así, explica que el próximo paso para la comunidad es “poner micromedidores, para que los vecinos no malgasten el líquido, pero también para tener datos que permitan tomar decisiones de la manera más adecuada”. 

Las redes de distribución creadas con el programa beneficiarán directamente a 17.740 personas, situadas en barrios similares al de Buenos Aires, pero también en zonas más rurales, pequeños asentamientos que han ido creciendo con el tiempo pero que no contaban hasta ahora con las condiciones adecuadas en torno a agua y saneamiento. Es, tal y como señalaba Carlos Miranda, el alcalde de Comayagua, “un ejemplo de trabajo y esfuerzo conjunto de los municipios y juntas de agua para dar respuesta a las necesidades de la comunidad”. 

El proyecto incide, además, en los centros educativos, beneficiando a cerca de 1400 estudiantes con mejoras en el saneamiento. Asimismo, esta iniciativa ha permitido impulsar el fortalecimiento del operador común de las tres localidades, denominado Aguas de la Sierra de Montecillos -creado gracias a un programa anterior del FCAS-, que ha ido ampliando sus capacidades a través de diversas formaciones y gracias también al intercambio de experiencias con técnicos de EMASESA, la empresa encargada del abastecimiento y saneamiento de agua en Sevilla, programa financiado por AECID. 
 

SÓLIDO COMPROMISO ESPAÑA-HONDURAS

La inauguración de redes de distribución en Ajuterique y Lejamaní coincidió con la visita de representantes del FCAS y AECID a Honduras para conocer más de cerca el estado de los diversos programas de agua y saneamiento que se llevan a cabo en el país. Así, se aprovechó para visitar la Escuela Taller de Siguatepeque, financiada por AECID, y donde una treintena de estudiantes provenientes de comunidades desfavorecidas reciben formación para trabajar en el sector del agua. 

Además, tuvo lugar el lanzamiento de dos nuevos programas que se pondrá en marcha a lo largo de este año. Ambos están enfocados a la mejora de servicios de agua y saneamiento y la conservación integral del recurso hídrico: uno de ellos se desarrollará en pequeños municipios rurales agrupados en la Mancomunidad Cuenca del Río San Juan (MANCURISJ), y el otro trabajará específicamente en los municipios de la Esperanza e Intibucá. Dos nuevas actuaciones que reflejan el sólido compromiso de trabajo conjunto entre el Fondo del Agua de AECID y Honduras para mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales, especialmente en aquellas áreas donde el acceso al agua potable es más complejo.