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El Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua​ (CFCE Antigua) alberga la exposición "Biodiversidad prehispánica: los misterios de la selva". La muestra cedida por Fundación La Ruta Maya incluye una selección de más de 100 piezas arqueológicas, especialmente vasijas, figurillas, joyería y escultura, de cerámica y piedra, que representan animales y plantas que formaron parte del entorno natural de la cultura Maya. Las piezas datan de diferentes períodos de la civilización Maya, desde el período Preclásico Tardío (250 a.C.) hasta el Postclásico (900-1524), y resaltan el significado que tenían la flora y la fauna en su mundo natural y sobrenatural; mismo que se conserva hasta el día de hoy en algunas creencias de los pueblos indígenas.

La región mesoamericana se distingue por su rica diversidad biológica. Para las culturas prehispánicas que habitaron aquí, la naturaleza era un componente básico de sus vidas, por ser fuente de materia prima y alimento. Los mayas aprovechaban las plantas por sus propiedades medicinales, artesanales, alimenticias, decorativas, sagradas, energéticas, simbólicas y adivinatorias; los animales fueron su principal fuente de proteína y de materias primas, como pieles, plumas, hueso, pelo, entre otros.

Asimismo, su entorno natural era fundamental en su cosmovisión, por ser el lugar donde también habitaban los seres sobrenaturales. Por la frecuencia de representaciones de determinadas especies y el simbolismo que manifiestan, se infiere que los mayas prehispánicos usaron un sistema de clasificación organizando a los seres vivos según su forma, comportamiento o hábitos predadores.

La adaptación de los animales como carnívoros, herbívoros, frugívoros o hematófagos sirvió para que los grupos prehispánicos los asociaran a determinados rasgos naturales, deidades o niveles del Universo. En algunas de las piezas de esta exposición ha sido difícil identificar una especie en particular por la artística mezcla de rasgos (que destacan sus poderes sobrenaturales). En otros casos se aprecia cómo los artistas de la antigüedad prestaban atención al detalle y representaban su entorno natural de la forma más realística que sus técnicas les permitía.

 "Biodiversidad prehispánica" es la quinta muestra de La Ruta Maya en el Centro de Formación de La Antigua. A través de esta exposición, la fundación busca evidenciar el respeto que los antepasados mayas mostraron hacia la naturaleza y aportar a la conservación de los recursos naturales y culturales de Guatemala, esfuerzos que coinciden con dos comunidades temáticas de la Cooperación Española: "Cultura para el Desarrollo" y "Medio Ambiente y Cambio Climático". La exposición estará abierta al público, en la Sala de Exposiciones 1, hasta febrero de 2018.