El CCESantiago volvió a ser sede del Festival Internacional de Cine LGBTIQ+ el más antiguo de su tipo en Chile

Desde sus inicios, el CCESantiago ha sido sede del Festival Internacional de Cine LGBTIQ+ (Cine Movilh), el más antiguo y masivo de su tipo en Chile, y ha buscado convertirse en un refugio para el arte, la libertad y la diversidad.
Organizado anualmente por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), este año el festival celebró su XVII edición edición del 8 al 12 de octubre y se exhibieron en total 34 largometrajes, cortometrajes y documentales que celebran la diversidad sexual y de género y que proceden de países como Chile, México, Argentina, Brasil, Francia, Estados Unidos y España.
“En tiempos en que los derechos LGBTIQ+ enfrentan nuevos desafíos, en Chile y en el mundo, la pantalla grande se vuelve una trinchera luminosa: un refugio para el alma, pero también una herramienta poderosa de transformación porque el arte, además de emocionar, educa, sensibiliza y despierta conciencia”, dijo en la inauguración de la muestra, Javiera Zúñiga, vocera del Movilh.
El documental “Un Hombre Tranquilo”, de los directores Santiago Gómez Merino, Alberto J. Fernández y César Vallejo, fue el encargado de inaugurar el festival y emocionó a todos los asistentes con la historia y el legado de Miguel Ángel Sánchez, uno de los pioneros más influyentes en la lucha por los derechos LGBTIQ+ en España.
“El documental trata sobre un gran hombre que redefinió el movimiento gay en varias ocasiones, cada vez que se requería, y que, curiosamente, nunca llegó a ser famoso, simplemente porque quería hacer activismo y no buscaba el beneficio propio”, indicó su viudo, el también activista español Pedro Pérez.
El director del CCESantiago, Joaquín Benito Tejero, destacó en sus palabras de bienvenida la importancia de seguir celebrando este tipo de muestras en la región, sobre todo “en un momento donde parece que hay un movimiento oscuro que nos acecha y amenaza de retroceso de derechos en algunos países".
Las ganadoras
La belga "Amal", la española “Un hombre tranquilo” y la francesa “La espera” fueron elegidas por el público como mejor largometraje, documental y cortometraje, respectivamente.
La primera, dirigida por Jawad Rhalib narra la historia de una profesora de secundaria y de una estudiante "sospechosa" de ser lesbiana, quienes sufren acoso físico, verbal y cibernético en un instituto de Bruselas, a manos de miembros de su comunidad educativa influenciados por un islam radicalizado.
La producción francesa "La Espera", de Alice Douard, por su parte, triunfó como mejor cortometraje gracias a su sensible relato sobre dos mujeres que están a horas de recibir a su primer hijo.
En esta edición, el festival contó con la colaboración de las embajadas de Bélgica, España, Francia y México, el Instituto Francés en Chile, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, (AECID), el Centro Niemeyer, la Representación Valonia-Bruselas en Chile, el Instituto Mexicano de Cinematográfico, el Instituto Italiano de Cultura en Santiago, el Centro Cultural España y la Cineteca Nacional, la otra sede de la muestra.