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Aunque la localidad de Mirebalais  en el centro de Haití, siempre ha obtenido su agua de un manantial que proporciona abundante agua, poca de esta agua solía llegar al propio Mirebalais. La tubería principal hacia el tanque tenía múltiples fugas y mucha gente se había conectado irregularmente a la misma.

Mirebalais fue el epicentro del brote de cólera de 2010 en Haití. La enfermedad se propagó rápidamente entre sus casi 100.000 habitantes debido a la falta de agua potable y a las malas condiciones sanitarias. En 2017 se comenzó a trabajar con el Centro Técnico de Explotación (CTE) para rehabilitar el manantial y la tubería hasta el tanque. Al terminar estos trabajos, se proporcionó tuberías adicionales para reparar y extender la red de distribución a nuevos barrios. 

En 2020 tuvo lugar un evento de inauguración que formalizó el fin de los trabajos de construcción de una nueva captación, instalación de 7 kilómetros en tubería de aducción y la extensión de 2,5 kilómetros de la red distribución hasta el Hôpital Universitaire de Mirebalais  en Haití y sus barrios de alrededor. Esta intervención ha beneficiado a aproximadamente 20.000 habitantes.

Una vez que hubo una cantidad suficiente de agua que llegaba a Mirebalais, USAID comenzó a proporcionar herramientas de gestión modernas, incluyendo una nueva base de datos de gestión de clientes llamada SIGA. Con este sistema, los responsables de la gestión del agua pudieron comenzar a emitir facturas individualizadas de manera consistente.

El centro de explotación del agua también aprovechó la mejora del servicio de agua para ajustar la tarifa y darle viabilidad al sistema, lo que supuso una mejora del servicio de agua. 

La AECID y la USAID siguen apoyando a la Dirección Nacional de Agua potable y Saneamiento de Haití y a su Centro Técnico de Explotación en Mirebalais construyendo un espacio de oficina adicional para un equipo en crecimiento, instalando un moderno sistema de contabilidad y ayudando a seguir ampliando los servicios.

La colaboración entre la AECID y la USAID demuestra que la asociación estratégica puede aumentar la escala y la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo, como lo hizo Mirebalais.