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Iberoamérica es la región más renovable del planeta, no solo por sus diversas matrices energéticas, sino también por sus recursos naturales renovables y por sus posibilidades en el futuro. Sin perjuicio de ello, los efectos negativos del cambio climático también la afectan, porque los países en desarrollo están menos preparados para enfrentarse a sus consecuencias. Asimismo, el desarrollo económico de la región precisa de la instalación continua de nueva capacidad de potencia eléctrica y de un mayor consumo de combustibles, lo que ha de hacerse compatible con la máxima protección ambiental, dando preferencia a las de fuentes renovables y a una mayor eficiencia en el consumo energético
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Según el Acuerdo de París, suscrito en 2015 por 195 países, se enfatizó la necesidad de disminuir las emisiones de CO2 como parte del método para la reducción de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Los países firmantes deben elaborar planes nacionales de energía y clima, donde se recogen los objetivos energéticos y ambientales que se comprometen alcanzar, junto con los mecanismos regulatorios que han de utilizar. En ese sentido, los reguladores energéticos colaboran con sus gobiernos en la implementación de la regulación más eficiente posible que permita el cumplimento de los objetivos ambientales al menor coste posible para los consumidores.
  
La energía tiene una gran responsabilidad en el cambio climático, por lo que debe experimentar una transformación importante hacia una progresiva descarbonización, que minimice la emisión de gases de efecto invernadero: es lo que se denomina la transición energética, que ha de basarse en fuentes de energía renovable no convencionales y en una mejora sustancial de la eficiencia energética en el consumo.

En esa línea, el “XVIII Curso de Regulación Energética Planes nacionales de energía y clima” busca el intercambio de las experiencias regulatorias entre los distintos órganos reguladores iberoamericanos respecto a la planificación energética y los distintos mecanismos empleados para mejorar la eficiencia en el consumo de energía y la promoción de las energías renovables. Es impulsado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que es miembro fundador de la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de la Energía (ARIAE) la que, a su vez, reúne a 27 autoridades regulatorias energéticas de 20 países iberoamericanos, incluidos España y Portugal.
 
Asimismo, esta actividad se enmarca dentro del Plan de Transferencia, Intercambio y Gestión de Conocimiento para el Desarrollo de la Cooperación Española en América Latina y el Caribe – INTERCOONECTA, como parte de la programación “Mecanismos regulatorios para facilitar la transición energética y alcanzar los ODS” cuyo objetivo general es mejorar la gobernabilidad democrática mediante la capacitación de las autoridades de regulación de América Latina a través de la formación de sus profesionales y el fomento de intercambio de conocimiento, experiencias y buenas prácticas.

“Para la Cooperación Española y para el gobierno de España la lucha contra el cambio climático a través de la transición energética es un eje prioritario, alineado con la Agenda de desarrollo sostenible 2030 de Naciones Unidas. El acceso a recursos energéticos sostenibles, equitativos, inclusivos y respetuosos con el medio ambiente es un pilar para erradicar la pobreza al igual que para lograr una transición adecuada a modelos de desarrollo bajos en emisiones de carbono y eficientes energéticamente”, sostuvo la Directora del Centro de Formación de AECID en Montevideo, Mercedes Flórez, durante la inauguración del curso. Afirmó que desde la AECID se trabaja en pos del desarrollo energético de los países socios, promoviendo un entorno adecuado que permita transitar hacia reformas regulatorias y políticas de calado que logren una transición energética sin dejar a nadie atrás. Esto es posible mediante una serie de instrumentos y modalidades, la cooperación financiera, la cooperación bilateral y sur-sur o triangular o regional así como, las convocatorias anuales de proyectos y programas, entre ellas esta convocatoria de Intercoonecta, de larga trayectoria, en la que se inserta esta actividad.

En este sentido, el V Plan Director de la Cooperación Española adopta como objetivo, entre otros, el ODS 7 para garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos. Una regulación energética efectiva y eficiente constituye un facilitador del desarrollo que permite avanzar en la consecución de otros derechos humanos recogidos en muchos otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

La CNMC ha organizado hasta el momento 17 cursos de regulación energética, que más que cursos funcionaron como espacios de encuentro entre los reguladores donde han intercambiado experiencias exitosas y debatido sobre los mecanismos regulatorios más eficientes para realizar la transición energética en sus respectivos países de forma que se cumplan los objetivos fijados por cada uno de los gobiernos al coste más bajo posible.
Esta edición fue inaugurada por el Jefe de Gabinete del Director General de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica de Brasil (ANEEL), Rodrigo Fernández; el Subdirector adjunto de la Dirección de Energía de la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia y Secretario Técnico de ARIAE, Luis Jesús Sánchez de Tembleque; y la Directora del Centro de Formación de la Cooperación Española en Montevideo, Mercedes Flórez.