​El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha participado hoy en la reunión ministerial del Grupo de Amigos de la Alianza de Civilizaciones, dedicada en esta ocasión al tema “Combatir la xenofobia impulsando un diálogo inclusivo” y celebrada en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas. La reunión ha contado asimismo con la asistencia del Secretario General de Naciones Unidas.

En su intervención, García-Margallo ha agradecido a Ban Ki-Moon el continuo apoyo que éste ha prestado a la Alianza de Civilizaciones durante su mandato, al Alto Representante, Sr. Al Nasser, y al Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Sr. Cavusoglu, como co-patrocinador de la Alianza.

El ministro ha señalado que, frente al preocupante aumento de la xenofobia, la intolerancia y el extremismo violento al que venimos asistiendo en los últimos tiempos, la solución pasa por construir sociedades inclusivas en el marco de los Estados de derecho. Para nosotros, ha señalado, la diversidad de civilizaciones y culturas es una fuerza impulsora de progreso.
Frente a la Alianza del Terror y la Barbarie hemos de oponer una Alianza de los Civilizados. España ha presentado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dos propuestas de acción contra el extremismo violento: el nombramiento de un Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y la creación de un Tribunal Internacional para la lucha contra el extremismo violento y el terrorismo.

También ha señalado que es la hora de pasar de las palabras a los hechos, mediante programas concretos que visibilicen la Alianza de Civilizaciones, por ejemplo en medios de comunicación, internet, o en materia de educación y juventud.

Dos elementos son clave, según García-Margallo, para la prevención y resolución de conflictos. En primer lugar, el diálogo intercultural e interreligioso: es urgente pasar de una cultura de la “reacción” a una cultura de la “prevención”, y aquí la Alianza de Civilizaciones tiene un importante papel que desempeñar. En segundo lugar, el papel de la mujer como agente de paz. Las mujeres pueden y deben desempeñar un papel crucial en la prevención y resolución de conflictos. La resolución 2242 (2015) del Consejo de Seguridad reforzó sustancialmente el papel de la mujer como agente de paz. Las mujeres deben ser protagonistas destacadas en los procesos de paz, en los equipos negociadores y en la aplicación de los acuerdos de paz.

Cabe recordar que, entre 2005 y 2016, hemos contribuido al Fondo Fiduciario de la Alianza de Civilizaciones con casi 6 millones de euros (19 % del presupuesto total del Fondo recibido hasta la fecha, muy cerca del mayor contribuyente, Turquía, con un 20 %).