Aunque la economía de Marruecos cuenta con un importante potencial de crecimiento, hay una serie de factores que aun dificultan su desarrollo: la excesiva dependencia del sector agrícola, alto nivel de analfabetismo o elevado paro estructural son algunos de ellos.
Al igual que en la mayoría de los países de la región, la cooperación
española se centra en la gobernanza de las instituciones, la participación de
la sociedad civil, género, educación y salud.
Durante años, a través del programa "Apoyo a la modernización de la función pública" en Marruecos, la AECID ha trabajado en ejes como Gobierno Abierto y acceso a la información, Administración digital, Ética Pública y Reforma de la Función Pública.
La generación de oportunidades a través de formación y empleo es también una prioridad en el marco de los proyectos delegados por el Fondo Fiduciario de Emergencia para África de la Unión Europea para hacer frente a las causas profundas de la migración irregular y del desplazamiento de personas en África.
Como país de renta media, la cooperación técnica especializada resulta cada vez más pertinente como modalidad de cooperación, pues permite dar respuesta a sus demandas y apoyar mediante expertos españoles en el proceso de consolidación democrática del país. Asimismo, resulta un instrumento fundamental para establecer una línea de cooperación triangular con países de África Subsahariana.
Resulta especialmente significativo en el país el trabajo que se está realizando en los últimos años para el desarrollo de alianzas público-privadas (APPD) con empresas españolas presentes en el país como con BALEARIA (formación ocupacional), Once, Amadeus (integración personas riesgo de vulnerabilidad) o El Corte Inglés (fortalecimiento de la responsabilidad social empresarial).