Ante estas emergencias, la AECID despliega programas de asistencia o ayuda alimentaria para asegurar que la población acceda de manera temporal a alimentos y nutrientes adecuados y en cantidad suficiente que complementen nutricionalmente su dieta habitual, focalizados especialmente en la población infantil y mujeres embarazadas.
A medio y largo plazo, la Cooperación Española trabaja para que hogares y comunidades produzcan alimentos para su autoconsumo de manera sostenible o a aumentar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos a pequeña escala.
Erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria sigue siendo un desafío, más aún a raíz de la crisis del COVID-19. A nivel mundial han ido en aumento y la desnutrición aún afecta a millones de niños. Y es probable que la situación empeore debido a la recesión provocada por la pandemia.
El empoderamiento de la mujer en el medio rural es, así mismo, imprescindible para generar riqueza y contribuir a evitar migraciones a las zonas urbanas o a otros países.